EL PRECIO MÍNIMO DE SUSTENTACIÓN DEL QUINTAL DE MAÍZ DURO SE FIJÓ EN 16,33 DÓLARES, AUNQUE EN EL MERCADO RIGE LA OFERTA Y LA DEMANDA.
Los agricultores de maíz amarillo duro, los representantes de la industria y las autoridades del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) llegaron a un consenso y definieron en 16,33 dólares el precio mínimo de sustentación del quintal de la gramínea, con 13% de humedad y 1% de impurezas hasta diciembre de 2023.
La decisión se la adoptó en la última reunión del Consejo Consultivo del Maíz, efectuada el 7 de junio de 2023 en Guayaquil, con la participación de los representantes de la cadena productiva. En esta cita, diez de los doce participantes votaron a favor de que el precio mínimo de sustentación sea de 16,33 dólares.
Participaron seis representantes de los productores de maíz duro de Los Ríos, Manabí y Guayas; Asociación de Prestadores de Servicios de Acopio, Asociación Ecuatoriana de Fabricantes de Alimentos Balanceados para Animales (AFABA), Asociación de Productores de Alimentos Balanceados (Aprobal); Asociación de Porcicultores del Ecuador (ASPE), Federación de Avicultores y Productores Pecuarios del Ecuador, y de la Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador (Conave).
Entre los compromisos acordados se incluyó que la “última semana de cada mes, la Subsecretaría de Comercialización se compromete a publicar el precio de comercialización del maíz para el siguiente mes (bodega – vendedor)”. También se consensuó en que se incorpore en la tabla de precio de comercialización los ítems de impurezas y humedad.
CONFUSIONES POR PRECIO
“Existe confusión sobre el precio mínimo de sustentación del maíz y el precio de comercialización”, manifestó Jorge Josse, representante de Aprobal.
El artículo 10 del Reglamento de Comercialización del Maíz Amarillo Duro establece el Precio de Comercialización (PC) y el Precio Mínimo de Sustentación (PSM).
Del PC se menciona que “es el precio de absorción de la cosecha nacional que se pagará al productor y se calculará en función del costo de importación basado en el Precio CIF Referencial del Sistema Andino de Franja de Precios (SAFP), bajo la metodología de promedios definida en el presente Reglamento y que tendrá carácter mensual”.
Del PSM se señala que “este precio se activará en reemplazo del PC, en caso de que este último cayera por debajo del PMS, y se calculará en base al costo de producción promedio nacional ponderado más un margen de rentabilidad cuyo procedimiento se estipula en el presente Reglamento, el mismo que tendrá carácter semestral, uno para el ciclo de invierno y otro para el ciclo de verano”.
Para Jorge Josse, el precio de comercialización es el precio de mercado que la oferta y la demanda se encargan de formar. Refirió que el precio de comercialización siempre ha sido superior al precio mínimo de sustentación. Por ejemplo, el año pasado, el PMS del maíz fue de 15,57 dólares y se comercializó por sobre los 20 dólares el quintal.
Explicó que en cambio el PMS es un valor base, mínimo, de sustentación, como su nombre lo indica, en el cual se toma en cuenta los costos promedio de producción para producir un quintal de maíz seco y limpio más un margen de seguridad. Es decir, el PMS se calcula como un precio piso, un mínimo para que el productor no pierda.
Mencionó que en el país, para la determinación del PMS, se calcula el costo de producción de un quintal de maíz promediando los costos en cultivos tecnificados, que abarcan el 12% del área, y en cultivos semitecnificados, que abarcan el 88% del área maicera. Se considera costo de semilla, insumos, maquinaria, mano de obra, costos de cosecha, transporte y secado.
El margen de seguridad o utilidad base se calcula utilizando la tasa activa de interés del Banco Central del Ecuador (alrededor del 11,4%), aplicado sobre los costos directos por seis meses, es decir, por el tiempo que dura el ciclo de maíz, que son cuatro meses de cultivo en sí, más dos meses extras, uno de preparación de terreno y otro de venta de cosecha.
Josse mencionó que el precio de sustentación del maíz debió tratarse en diciembre de 2022, pero no fue solicitado por ninguno de los sectores de la cadena. Quizás el sector maicero consideró que, durante 2023, se tendría un precio igual al año pasado, que fue de 20 dólares el quintal a inicios de la cosecha y que luego subió a casi 23 dólares. Pero este año las condiciones del mercado han sido diferentes por varios factores.
MERCADO DEFINE EL PRECIO
“La cosecha de invierno está en pleno desarrollo, está siendo buena y se está absorbiendo sin contratiempos por parte de la industria. Se estima que ya se comercializaron alrededor de 300 mil toneladas de maíz a un valor de entre 17 y 17,50 dólares el quintal y no ha habido reclamos por parte de los productores ni de la industria. El castigo en el precio que reciben los productores se debe a que venden su maíz a través de la intermediación, la cual aspira también a unos márgenes que muchas veces no se toman en cuenta”, manifestó el representante de Aprobal.
Para Josse, el precio de comercialización actual es razonable y se ubica un 19% por encima del precio internacional (origen Brasil). Se espera que los precios se mantengan estables y que las lluvias disminuyan para que no afecten el grano y dañen la cosecha; y, también para los caminos por los cuales se sacan las cosechas a los centros de venta, en Manabí especialmente, se sequen y se puedan arreglar. Esto último preocupa bastante a los agricultores.
“Lo que se busca es que la cadena se desarrolle con precios de comercialización competitivos y adecuados para ambas partes. No olvidemos que nuestros vecinos trabajan con maíz más barato que el nuestro y nos pueden llenar con contrabando de carnes y huevos. Esto se logra manteniendo un equilibrio adecuado entre la oferta y la demanda”, opinó.
Manifestó que “el mercado es, en la práctica, el que determina el precio de comercialización del maíz. En 2022, el precio mínimo de sustentación fue de 15,57 dólares el quintal y la industria tuvo que comprarlo por sobre los 20 dólares en el mercado local, mientras el maíz internacional estuvo en 18 dólares. Josse consideró que el precio mínimo de sustentación deberá establecerlo, con base en cálculos realistas, el Ministerio, al igual que otros años”.
Indicó, además, que en el último Consejo Consultivo sólo un agricultor tecnificado presentó al MAG costos de producción por hectárea de dos mil 554 dólares con una productividad de 200 quintales húmedos, equivalentes a 180 quintales secos. Los demás dirigentes maiceros no aportaron con estudios de costos de producción, por lo cual se les solicitó que los envíen por correo electrónico para que puedan ser analizados por el MAG. La industria presentó un análisis completo de los costos tanto de un cultivo tecnificado como de un semitecnificado.
“ANTE LA FALTA DE UN ESTUDIO DE COSTOS POR PARTE DE LOS AGRICULTORES, EL MINISTRO EDUARDO IZAGUIRRE SOLICITÓ A LOS AGRICULTORES QUE ENVÍEN AL MAG POR CORREO, A LA BREVEDAD POSIBLE, SUS COSTOS A FIN DE VOLVER A CONVOCAR A UNA NUEVA REUNIÓN”, EXPLICÓ JOSSE.
AFECTACIONES DE LA INTERMEDIACIÓN Y ACAPARAMIENTO
Paúl Parra, presidente de la Asociación de Porcicultores del Ecuador (ASPE), sostuvo que el precio mínimo de sustentación del quintal de maíz duro se mantendrá vigente durante 2023.
“No puede variar cada mes. Los industriales no estábamos de acuerdo y no existe una razón para que el precio suba. Sin embargo, al ser potestad de la autoridad nos acogemos al aumento”, dijo.
Agregó que el precio mínimo de sustentación garantiza al agricultor una base, que incluye una utilidad razonable. “Por Ley no se puede pagar menos”, sostuvo Parra, quien lamentó que en el país haya un piso, pero no un techo para el precio.
“Quienes nos dedicamos a la elaboración de proteína de origen animal y utilizamos estos cereales para transformar en alimento balanceado, somos los afectados, porque dependemos de las condiciones del mercado que, en muchas ocasiones estamos expuestos a la intermediación y al acaparamiento. Esto influye para que el precio mínimo se sostenga y el máximo no tenga límite”, mencionó.
El año anterior, la industria canceló 23 dólares por cada quintal de maíz, “lo que nos afectó, hubo una baja en la producción, la inversión disminuyó y se generó desempleo”. Al momento, la industria cancela 18 dólares por quintal (bodega-comprador).
Parra sostuvo que el agricultor está vendiendo toda la producción y se adelantó el abastecimiento del producto, debido a la presencia de las lluvias y antes de que el producto se dañe. “Esta situación genera tranquilidad en el tema de precios. El valor comercial de 18 dólares es manejable para la industria”, dijo el Presidente de ASPE.
RETRASO DILATA LA FIJACIÓN DE PRECIO
Ernesto Freire, productor de alimento balanceado y directivo de AFABA, se mostró en desacuerdo en que la autoridad recién en junio del presente año haya fijado el precio de mínimo de sustentación, cuando debió hacerlo en diciembre del año pasado.
“Hubo un incremento del 5%, es decir, de 15,57 a 16,33 dólares el quintal. No estamos de acuerdo porque no se cumplieron los reglamentos. La autoridad no se hace respetar y actúa en base a presiones. Ahora, el pretexto de la autoridad es que les queda pocos meses en el Gobierno”, refirió.
Ratificó que el precio del maíz se maneja en base a la oferta y la demanda. La industria paga un valor mayor al precio mínimo de sustentación, “por eso defendíamos que se mantenga el valor de 2022”, acotó Freire.
OPINIONES DE LOS PRODUCTORES MAICEROS
Adriano Ubilla, productor de maíz, afirmó que la Ley es clara: “El precio mínimo de sustentación se debe fijar en diciembre de cada año, pero recién se concretó en junio de 2023”.
Indicó que se paga a los agricultores entre 11 y 12 dólares el quintal en el campo, con 30% de humedad, valores que -a su criterio- no cubren los costos de producción. “Se gasta, aproximadamente, entre dos mil 500 y dos mil 600 dólares, pero sin utilidad. Por esta situación, muchos agricultores están secando y almacenando en silos, hasta que mejore el precio del grano”, dijo.
Ubilla explicó que los productores sembraron el maíz duro a inicios de diciembre con fertilizantes caros, los mismos que hoy bajaron un 50%. “Con esos gastos, el precio piso era de 20,50 dólares el quintal, con lo cual podemos pagar a los proveedores, caso contrario estamos perdiendo mil dólares por hectárea.
Eso significa menos producción, desempleo, etc. Hay que llegar a un consenso, para un precio justo y que beneficie a todos”, destacó.
El productor maicero, aseguró que antes de establecer el precio del maíz, un grupo de agricultores que genera alrededor de 250 mil toneladas de maíz y que pertenecen a Santa Elena, Los Ríos, Manabí y Esmeraldas, estuvieron en las mesas de negociación y sustentaron los gastos de producción de cada ítem. El análisis concluyó en 22 dólares el quintal, como precio justo, pero el Gobierno presentó otro estudio de 15,40 dólares por quintal. Al final, se estableció en 16,33 dólares.
“Ciertos industriales no están comprando el maíz nacional porque tienen grano importado. Los más afectados son los pequeños agricultores. Sin duda, hay indolencia de parte de las autoridades”, expresó el agricultor.
Consideró que “la industria debe pagar un precio adecuado, porque el valor de la proteína animal sí subió, pero no la materia prima para la elaboración del alimento balanceado”.
En cuanto a la importación del grano, Ubilla afirmó que “existe mucha inconformidad en la industria, porque la autorización de cupos de importación no es igual. Además, pagan distintos precios, ya que no hay control, lo que incide en una competencia desleal”.
NO HAY UNA POLÍTICA INSTITUCIONAL
Marco Garzón, avicultor de la parroquia de Huambaló, perteneciente a la provincia de Tungurahua, también se refirió a los precios del maíz amarillo duro vigentes para el presente año. “Es preocupante que no exista una política definida de precios, por eso el agricultor no puede trabajar tranquilamente.
Los precios base y techo no se respetan en el país. El Gobierno debe velar por el agricultor y por el avicultor. Debe existir libre importación y producción, es decir, abrir la competencia”.
Citó que, con el precio actual del maíz, la producción de huevos y de carne es manejable, pero el sector trabaja al límite y no hay utilidades.
“Lamentablemente, los agricultores de maíz no están en capacidad de entregar un producto seco y limpio a la industria, porque no cuentan con la infraestructura necesaria. Ahí, ingresa el intermediario, quien obtiene una mejor ganancia”, acotó Garzón.
Sugirió al Ministerio de Agricultura y Ganadería adelantar la importación de maíz, debido a la llegada del fenómeno de El Niño. “La industria debe tener una cuota permanente para importar el grano y tener reservas, con el objetivo de evitar un desabastecimiento y dificultades en la producción de proteína animal”.
Actualmente, los avicultores pagan 18 dólares el quintal de maíz y meses atrás cancelaron entre 21 y 22 dólares el quintal.
NUEVOS RUMBOS PARA LA PRODUCCIÓN MAICERA
Henry Peña, directivo de la Corporación Nacional del Maíz (Corpmaíz), afirmó que los productores solicitaron un precio de 16,65 dólares por quintal. “Nadie puede estar satisfecho con la resolución de 16,33 dólares. La industria trató de dilatar la reunión, para seguir comprando en 17 dólares. Lo conveniente hubiese sido 18 dólares”.
Hasta junio de 2023, en Los Ríos se cosechó un 70% de maíz amarillo duro. En cambio, en Manabí comenzó la cosecha, mientras que en Loja hubo pérdidas en la producción, según el maicero.
Peña, además, propuso retomar el tema de los centros de acopio para manejar un precio conveniente, porque el que se beneficia es el intermediario, así como recomendó disponer de un centro de almacenamiento, con una capacidad de 200 mil toneladas, como mínimo.
“Queremos que nuestra actividad sea reconocida y se mantenga en el tiempo. Durante seis años no tuvimos autoridad que se preocupe por el sector”, manifestó Peña.
El mercado es el que determina el precio de comercialización del maíz. En 2022, el precio mínimo de sustentación fue de 15,57 dólares el quintal y la industria compró en 22 dólares en el mercado local, mientras el maíz americano estuvo en 18 dólares.
TRANSPARENCIA EN LA COMERCIALIZACIÓN
Marco Andrade, productor de maíz y gremialista del sector Patricia Pilar, donde existen 40 socios, mencionó que “el precio de sustentación se estableció mediante un análisis de costos de la producción de maíz. Nosotros planteábamos dos dólares más sobre el valor que se aprobó. No obstante, no tuvimos otra alternativa que aceptar los 16,33 dólares el quintal. Este valor no cubre las expectativas de los agricultores, porque los gastos son elevados. Esperamos que los fertilizantes bajen y se adquieran a precios razonables”.
Agregó que la cosecha del ciclo invierno terminó con buenos resultados. “Logramos 220 quintales por hectárea, aunque la inversión fue de tres mil 45 dólares por hectárea. En la cosecha de invierno, se produce un 20% más de maíz que en verano”. Los agricultores, se encuentran en la preparación del terreno para la siembra de verano.
Respecto al precio de comercialización el quintal, Andrade dijo que están en desacuerdo porque el comprador no respeta, aduciendo que falta secar, que tiene impurezas, etc., lo que afecta al productor. “Los agricultores de Patricia Pilar analizamos la posibilidad de adquirir un sistema de secado, para vender directamente el grano”.
LAS CONVERSACIONES DEBEN CONTINUAR
Karina Arcos, productora de maíz de El Vergel, en Quevedo, dijo que “no quedamos contentos con los 16,33 dólares el quintal, pero se dio el primer paso en cuestión de negociación. No explican bien sobre el precio mínimo de sustentación y el costo de comercialización”.
Se presentaron varios números y se obtuvo una cifra. “Nosotros pedimos de 19 a 20 dólares el quintal, para cubrir la inversión. A pesar de que se determinó un precio, las negociaciones continuarán, porque no se puede quedar en ese valor. No conviene ninguno de los dos precios”.
Arcos añadió que en otros países, el maíz es subsidiado, lo que no sucede en Ecuador. La industria nacional debe fijar un precio real. En el país, por una regulación, no se puede sembrar semilla transgénica, pero los industriales sí importan este grano.
Los agricultores de El Vergel solicitan que no se autorice cupos para importar maíz, y que se les dé la oportunidad a los agricultores de sembrar más grano, para cubrir la demanda de la industria.
SEGÚN LOS AGRICULTORES CONSULTADOS, LA IMPORTACIÓN DE MAÍZ, QUE ARRIBÓ AL PAÍS EN MARZO DE 2023, AFECTÓ EL PRECIO DEL MAÍZ ECUATORIANO, POR ESO ALGUNOS AGRICULTORES CAMBIARON DE CULTIVO. EN 2022 LA INDUSTRIA PAGÓ ENTRE 20 Y 21 DÓLARES EL QUINTAL, LO QUE AYUDÓ A CUBRIR LA INVERSIÓN. ESTE AÑO SUBIÓ EL PRECIO DEL BALANCEADO, DE 24 A 32 DÓLARES, Y BAJARON EL PAGO POR EL QUINTAL DE MAÍZ.