La cita será entre el 3 y 5 de octubre de 2023 en la Escuela Superior Politécnica Agropecuaria Manuel Félix López. Participarán expositores de Argentina, Brasil, México y Ecuador, entre otros.
El maíz es uno de los principales alimentos a escala mundial y la materia prima básica en la producción de balanceados, para diferentes especies. En tal virtud, el sector público, privado y la academia unen esfuerzos, comparten conocimientos y experiencias, para difundir los últimos avances en Investigación, desarrollo e innovación, para mejorar la producción y que el país sea autosustentable.
En 2021, en Ecuador se sembraron 373 mil 578 hectáreas de maíz duro y 75 mil 877 hectáreas de maíz suave, cifra que superó a otros cultivos de importancia, como: arroz, banano, palma aceitera, caña de azúcar, por citar algunos. El maíz aporta alrededor del 7% al Valor Agregado Bruto (VAB) Agropecuario, según fuentes de la Escuela Superior Politécnica Agropecuaria Manuel Félix López, de Manabí (ESPAM).
En los últimos años, el cultivo de maíz amarillo duro creció, principalmente por la innovación en el empleo de semillas certificadas, técnicas de nutrición de cultivo, riego y fortalecimiento de la cadena de valor.
No obstante, el cambio climático y un inadecuado manejo de este cultivo inciden en la producción. Ante ello es vital continuar con la investigación, transferencia de tecnologías y manejo de buenas prácticas agrícolas mediante el intercambio de conocimientos y experiencias.
Con este propósito, se realizará el II Simposio ecuatoriano de maíz entre el 3 y 5 de octubre de 2023, en la ESPAM. Participarán destacados expositores de Brasil, Argentina, México, Ecuador y otros países. También, habrá un Día de Campo para los agricultores que deseen conocer las nuevas tecnologías.
Raúl Andrade, funcionario de la Prefectura de Manabí, dijo que el cultivo del maíz genera empleo e ingresos importantes para el país. “En 2022, se cosecharon alrededor de 362 mil hectáreas, lo que significó una producción de 1,6 millones de toneladas, es decir, 4,5 toneladas por hectárea”.
Manabí es la segunda provincia con mayor superficie de cultivo de maíz después de Los Ríos. Participa con el 30% a escala nacional. Produce, aproximadamente, 500 mil toneladas, que representa un rendimiento de 3,5 toneladas por hectárea. Una parte de la producción se cultiva sin agua de riego y en topografías irregulares, lo que conlleva un bajo rendimiento. Las principales zonas productoras son: Tosagua, Rocafuerte, Paján, Sucre, Jipijapa y Chone.
“Las instituciones públicas y privadas debemos caminar de la mano con la academia, para garantizar la soberanía alimentaria y un precio justo para el agricultor, para lo cual existen varios proyectos, como: facilidades para acceder a créditos, transferencia de conocimientos, buenas prácticas, comercio justo y acceso a los mercados”, mencionó Andrade.
José Luis Zambrano, funcionario del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP), enfatizó en la importancia de la investigación, la innovación y el desarrollo tecnológico en una agricultura, cada vez, más globalizada y en constante amenaza por el cambio climático y otras circunstancias.
“De esta forma, se mejorará la producción, se enfrentan las plagas y se reducirá la pobreza en el campo”, dijo Zambrano
Mario Caviedes, de la Universidad San Francisco de Quito, comentó que con el aumento de la producción nacional de maíz se reducirán las importaciones. Citó, que se cultiva maíz en 150 mil hectáreas y la producción es de un millón 800 mil toneladas, aproximadamente.
“Todavía hay posibilidades de crecer y ser autosuficientes en la producción de este grano. La Universidad San Francisco de Quito siempre, estará dispuesta a colaborar y a contribuir por medio del conocimiento en los diferentes procesos de la producción de maíz”, enfatizó.
Antonio Ureta, coordinador del Foro Agrario y Recursos Hídricos de Manabí, explicó que el cultivo de maíz en el bosque seco y con dos meses de lluvia se desarrolla con normalidad, mientras que en el llano, se puede tener hasta tres cosechas al año, pero con sistemas de riego.
Además, señaló que es fundamental realizar un estudio del suelo, para evitar el uso excesivo de químicos. Para ello, la capacitación es primordial.
En los últimos años, los agricultores han optado por utilizar semilla híbrida, para lograr un mejor rendimiento, y solo un 10% conserva la semilla nativa.