Un destino que no solo implica distracción, sino conocer la cultura, la tradición y la producción de sus habitantes.
A partir de la presente edición, MAÍZ Y SOYA / TODOCAMPO, ofrece a los lectores el espacio donde se difundirán varios atractivos turísticos, que son un complemento de las actividades agrícolas y agropecuarias que se realizan en el país.
En esta ocasión, el cantón Cayambe, perteneciente a la provincia de Pichincha, muestra su potencial productivo en todas las áreas, constituyéndose en un destino ideal, para conocer, disfrutar y colaborar con el desarrollo de este maravilloso destino del país.
Se localiza en la Región interandina, en la hoya del río Guayllabamba, en las faldas del volcán Cayambe. La diversidad de lugares, unos muy conocidos y otros poco difundidos entre los visitantes, son el escenario que engloba una gran diversidad.
En Guachalá está el monumento que señala la travesía de la Línea Ecuatorial. Aquí, la latitud marca cero. Igualmente, el Museo Solar Quitsato permite sumergirse en un mundo de enigmas, que asombra.
A pocos minutos, se encuentra la ‘Casa del Venado’. En medio de una vasta vegetación conviven varias especies: faisanes, ovejas, conejos, alpacas, ñandúes, pavos reales, vacunos, con 57 venados.
El árbol quishuar, considerado por las culturas antiguas como una planta mágica, porque trasmite energías positivas, forma parte de las curiosidades.
Julio Villalba, propietario, montó este emprendimiento, para que los visitantes conozcan la flora y fauna de Cayambe.
El siguiente punto turístico está a la salida de la cabecera cantonal. Se trata del Complejo Nápoles que abrió sus puertas hace algunos años, para que el público disfrute, de la historia, leyendas y tradiciones.
Para concluir el tour, la hacienda Molino San Juan invita a vivir una experiencia cultural inolvidable. Recorrer cada espacio es como retroceder al pasado, ya que su construcción, muebles, decoración y jardines, permiten conocer esta tradicional e histórica edificación que data de 1890. En este lugar funcionó el primer molino de harina, con el cual se preparaban deliciosos alimentos en tiestos de barro cocido.
El subterráneo de la casa presenta varias reliquias: botellas de la primera cerveza con la marca “Cruz de Sur” que elaboraron los Jesuitas en el país. El lugar conserva su originalidad: muros de adobe, techo de madera y una turbina de agua, con la cual funcionaba el molino. Con el paso de los años, las recientes generaciones transformaron el establo en un hotel con arquitectura colonial.
DELICIOSA GASTRONOMÍA
Cayambe ofrece diversidad de platillos, para todos los gustos. La exquisita fritada, el yahuarlocro, el caldo de gallina, los cuyes, asados o parrilladas y otros manjares satisfacen todo paladar. Son renombrados los bizcochos de Cayambe.
Sin duda, Cayambe aflora con las fiestas del Inti Raymi, que se festejan, a lo grande. Sus coplas reflejan humor y picardía por una celebración tradicional.