EL VIRUS NO DESAPARECE CON LA VACUNA NI LAS MEDIDAS DE BIOSEGURIDAD. LOS EXPERTOS ASEGURAN QUE LA INFLUENZA AVIAR ESTÁ MUTANDO Y SI NO SE CONTROLA, LAS CONSECUENCIAS SERÁN MÁS GRAVES.
La influenza aviar sigue presente en el mundo, incluso en los países que tienen tecnologías modernas y con estrictos programas de bioseguridad.
Este es el caso de EE.UU., donde los controles se intensificaron y las granjas de ubican, una de otra, a tres kilómetros de distancia. Igualmente, en México, la enfermedad está presente desde hace más de diez años y se controla mediante vacunas.
Manolo Fernández, director general de Farvet, se mostró preocupado porque la influenza aviar no está controlada; surgen nuevas variantes, que pueden afectar a otras especiales e inclusive a los seres humanos, en mayor cantidad.
“Lamentablemente, los casos no se reportan por las restricciones de parte de las diferentes autoridades, pero las muertes en aves de traspatio continúan. Algunos avicultores han optado por alimentar a los cerdos con aves muertas y, obviamente, los animales presentan influenza aviar. En otros casos, las aves con la enfermedad fueron donadas a los zoológicos, donde enfermaron a otros animales”, explicó Fernández.
El médico veterinario, con más de 40 años de experiencia, ratificó que el virus de la influenza aviar H5N1 se convirtió en una enfermedad de alta patogenicidad y las medidas que se implementan en el mundo no dan el resultado esperado.
Citó que EE.UU. resolvió eliminar a las aves enfermas e inmunizar a los avicultores y en Europa empezaron a aplicar la vacuna; sin embargo, el virus sigue presente. “Si continuamos tratando la enfermedad con tecnologías de hace 40 años, los programas de erradicación no darán resultado.
No existe una actualización en las medidas de control y se continúa con los mismos sistemas de producción de vacunas de hace cuatro décadas, es decir, en embriones de pollo. Igualmente, los sistemas de prevención y control son obsoletos”, alertó.
Consideró que las medidas de bioseguridad funcionarán cuando se regule la crianza de aves, porque la informalidad, cada vez, es más creciente y no constan en los registros de las autoridades de control y sanidad.
También las aves migratorias dejan miles de kilos de heces en el aire y caen en las granjas avícolas, que tienen altas medidas de bioseguridad, lo que indica que esa no es la solución.
A esto, se suma que no existen suficientes subvenciones económicas por parte de los gobiernos, hay pocos profesionales y ningún país es capaz de tomar decisiones de acuerdo a las experiencias de los expertos locales, añadió.
Según Fernández, la solución está en tener buenos sistemas de diagnóstico mediante pruebas de serología de anticuerpos, que comprueben la presencia o el nivel de anticuerpos específicos en la sangre.
Los anticuerpos son proteínas que el sistema inmunitario produce para combatir sustancias extrañas. Estas sustancias suelen ser patógenos (gérmenes que causan enfermedades) como virus y bacterias.
Sugirió que antes del desarrollo de un plan de vacunación, se debe realizar un perfil serológico del animal, así como durante la inmunización.
“Estamos vacunando animales sin conocer el número de anticuerpos, que pueden ser reservorios de una mayor cantidad de virus lo que da lugar a nuevas variantes. Los programas de vacunación, se deben realizar de acuerdo con la respuesta inmune de cada animal”, manifestó Fernández.
ALTERNATIVAS PARA REALIZAR UN CONTROL ADECUADO.
- DESARROLLAR CHARLAS Y CONFERENCIAS, PARA QUE LAS AUTORIDADES Y LOS AVICULTORES SE ENTEREN DEL PELIGRO DEL VIRUS Y CÓMO MANEJARLO CORRECTAMENTE.
- DISEÑAR EFICACES ESTRATEGIAS DE CONTROL.
- CONOCER BIEN AL VIRUS Y APLICAR MEDIDAS DE ACUERDO A SU PATOLOGÍA.
- REALIZAR PRUEBAS DE SEROLOGÍA.