TODO CAMPO conversó con Tatiana Paredes, directora de Riesgos y Aseguramiento Agropecuario, de la Subsecretaría de Redes de Innovación Agropecuaria, del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), sobre cómo se prepara el sector agropecuario para enfrentar el fenómeno de El Niño, que se avecina a Ecuador.
¿El MAG tiene un plan de contingencia para enfrentar el fenómeno de El Niño?
El Gobierno diseñó un plan de contingencia para enfrentar el fenómeno de El Niño. En este documento, socializado por la Presidencia constan los posibles escenarios de afectaciones para el sector agropecuario, ante la presencia del fenómeno. También contiene el costo que significaría la atención de las mismas en el sector, el presupuesto para ejecutar las acciones de respuesta y recuperación. Este documento se encuentra publicado en la web a cargo de la Secretaría de Riesgos.
¿Qué productos consideran que pueden ser más afectados por este fenómeno?
Cultivos transitorios como: maíz duro y arroz. Cultivos perennes como: cacao, caña de azúcar industrial, palma aceitera, banano y plátano.
¿Qué consecuencias se prevé por la presencia de El Niño; por ejemplo: baja de la producción en ciertos rubros con el aumento de los precios de esos productos?
En el sector agropecuario se prevé una baja producción de maíz duro, arroz, caña de azúcar industrial, entre otros rubros. Ante esto hacemos evaluaciones permanentes de las hectáreas de siembra y productividad de los cultivos. Con base de esta información se estima el porcentaje de la demanda que se cubre y se toman decisiones para asegurar la soberanía alimentaria del país
¿Qué se hace para evitar consecuencias más negativas en el sector?
El plan prevé monitorear información sobre el avance de los procesos de siembra, de las etapas fenológicas de los cultivos, condiciones de las cadenas de comercialización, etc. Con base de eso se ha diseñado una estrategia para incentivar la siembra en cultivos de ciclo corto, la entrega de kits con insumos subvencionados y la incorporación de programas de aseguramiento.
Es decir: prevé la entrega de paquetes tecnológicos por parte de los proyectos de inversión, y como medida de prevención interviene el Proyecto CampoSeguro, mediante la propuesta de implementación de nuevos mecanismos de aseguramiento con mayor cobertura en estos rubros. Este proyecto es el encargado del aseguramiento agropecuario del país.
En el plan además, se incorpora elementos para determinar la necesidad de importar los rubros que se vean afectados, regulando la oferta y para contrarrestar la especulación de precios. Todo esto para asegurar la soberanía alimentaria del país.
¿Cuál es el presupuesto que dispone el MAG para ejecutar el plan?
El MAG ha aplicado una reingeniería de su presupuesto para la ejecución del Plan de Contingencia para enfrentar el fenómeno El Niño. Además, en el plan consta el presupuesto estimado que se requerirá para hacer frente a este fenómeno. Lo que podemos evidenciar mediante este Plan es que la prevención siempre será más económica que la respuesta y recuperación, ya que el país necesitaría de un alto presupuesto para la recuperación agropecuaria.
¿Hasta ahora, cuáles son las consecuencias de la temporada invernal, que no necesariamente puede estar relacionada con El Niño: cuántas hectáreas se han afectado, de qué cultivos, cuántos productores han sufrido consecuencias, qué provincias han sido mayormente afectadas, el MAG, cómo apoyará a los productores?
En la presente época invernal, el sector agropecuario ha sido afectado por estos eventos: inundaciones, aluviones, desbordamiento de ríos, vendavales (vientos fuertes), deslizamiento de tierras, exceso de humedad, granizadas y heladas.
La intensidad de la época invernal ha afectado a las provincias Bolívar, Chimborazo, Cotopaxi, El Oro, Esmeraldas, Guayas, Imbabura, Loja, Los Ríos, Manabí, Pastaza, Pichincha, Santa Elena, Santo Domingo de Los Tsáchilas y Sucumbíos.
Entre enero y junio de 2023 existen las siguientes afectaciones a nivel nacional: 2.054 hectáreas (has) afectadas de manera parcial, 2.182 has afectadas totalmente, 1.989 productores afectados parcialmente y 2.184 productores con afectación total. A continuación, consta un registro con los datos por provincias, rubros afectados, hectáreas y productores.
El MAG brinda asistencia técnica de manera permanente a los pequeños y medianos productores agrícolas de las 24 provincias del país. Para la atención de estos eventos relacionados con la época invernal, que no tienen que ver con el fenómeno El Niño, se realizó el levantamiento de información de los productores afectados, mismos que serán atendidos por medio de los proyectos de inversión que dentro de sus componentes tienen, como la entrega de paquetes tecnológicos subvencionados.
Además, esta Cartera de Estado gestiona los recursos que se requerirán para poder realizar este tipo de actividades de respuesta y recuperación en el sector agrícola.
¿Cuál es la ayuda a los productores a través de los diferentes proyectos, como CampoSeguro: cuántos productores han recibido indemnizaciones, cuál es el monto de esas indemnizaciones, productores de qué cultivos han sido indemnizados, ¿en qué provincias están los productores indemnizados?
El proyecto CampoSeguro ha indemnizado a 42 productores, por un monto total de $48.340.72, en ocho provincias del Ecuador: Carchi, Chimborazo, El Oro, Guayas, Imbabura, Loja, Los Ríos y Manabí; en cultivos como: trigo, maíz suave, arveja, maíz duro, arroz, caña de azúcar, papa chola y súper chola.
¿Qué zonas están consideradas de alto, mediano y bajo riesgo?
La vulnerabilidad ante los desastres naturales está estrechamente vinculada con condiciones sociales, económicas, ambientales y de seguridad de tenencia de la tierra, preexistentes.
El riesgo no puede evaluarse ni puede abordarse su gestión sin tener en cuenta estos factores y, más en concreto, sin realizar un pormenorizado análisis de las cuestiones relacionadas con la tierra (distribución, uso y seguridad de la tenencia).
La distribución no equitativa de la tierra y la falta de seguridad en la tenencia hace que los campesinos sin tierra se concentren en zonas marginales de alto riesgo, lo que aumenta su vulnerabilidad y genera al mismo tiempo nuevas amenazas naturales.