ANDRÉS PÉREZ
Director de Relaciones
Institucionales de Pronaca
Tras una destacada actividad gremial y comercial, Andrés Pérez tomó la decisión de retirarse de la vida laboral. Deja un ejemplo de trabajo entusiasta y comprometido hacia las causas del sector.
Desde 1974 ha trabajado sin descanso para ver cristalizados sus objetivos y los de los suyos. “He decidido acogerme a un proceso de retiro que creo que, gracias a las circunstancias de mi vida y mi salud, todavía es buena y me permite realmente aprovechar todo aquello que he sembrado durante estos años”.
Así que, “en un proceso muy ordenado de transición, he dejado la empresa PRONACA en manos de quien me encargué de prepararlo para que pueda ser mi reemplazo... Ha sido un gusto trabajar y dedicar todo este tiempo a esta compañía que también es parte muy importante del concierto empresarial ecuatoriano”.
“No puedo negar que hay una buena dosis de nostalgia, pensar que pronto dejaré las actividades a las que dediqué muchas horas de la vida diaria.
Una actividad que me entusiasma, me entretiene, me gusta y me satisface”. “fue un equipo extraordinario que me ha acompañado en este tiempo y que va a lograr resultados muy satisfactorios”, afirma Pérez.
Sale por la puerta grande, con la satisfacción del deber cumplido. A lo largo de 50 años de carrera ocupó cargos directivos en Conave, Anfab, ASPE, Aprobal, Banco Pichincha, Hotel Colón, Cámara de Industrias y Producción, Cámara de Comercio de Quito y Andinatel (hoy CNT).
“Empecé en trabajos de auditoría con una firma internacional, luego pasé a la industria de cables eléctricos. Después ingresé en el apasionante mundo del turismo, con el cual de alguna forma estoy todavía algo conectado. Fui presidente de la Asociación de Agencias de Viajes”.
Pérez, del turismo pasó a las telecomunicaciones para finalmente, vincularse con la cadena de producción de proteína animal. En esta industria colaboró durante los últimos 20 años, comprometido con el desarrollo integral del ser humano y contribuyendo al crecimiento del país.
Su trabajo siempre estuvo vinculado a la actividad gremial, “eso mucho me ha agradado; es una forma noble de hacer política, de influir en las decisiones de la política pública y tratar de que nuestro país progrese, genere empleo y sea cada día más grande”.
Deja trazado un camino hacia el fortalecimiento de las instituciones con una independencia financiera para promoción de sus productos, asistencia técnica “y que por último puedan defenderse adecuadamente de todas aquellas amenazas que se presentan”.
“En la actualidad, en la Asamblea Nacional se está discutiendo una mal llamada Ley de Protección de los Derechos de los Animales no Humanos, donde se han vertido toda clase de propósitos absurdos... Para contrarrestar esas intenciones se necesitan gremios fuertes”, asegura.
Andrés Pérez es un conciliador nato, su especialidad es generar soluciones estratégicas ante situaciones complicadas. En los próximos años, su prioridad es seguir manteniendo excelente salud para compartir más tiempo con su familia. “A Dios gracias -dice-, tengo una compañera de vida que disfruta igual que yo, de salir y conocer otros destinos”.
Seguirá vinculado, aunque con menor intensidad a las causas gremiales, combinándolas con la lectura y la música que son algunos de sus pasatiempos favoritos.
No es un adiós a su espíritu conciliador, sino solo un hasta luego.