SU ACTIVIDAD PROFESIONAL ESTÁ MARCADA POR LA DEDICACIÓN Y LA INNOVACIÓN, CARACTERÍSTICAS QUE HAN DIBUJADO UNA HUELLA INDELEBLE EN EL SECTOR CAMARONERO ECUATORIANO.
Nacido en Guayaquil, Danny Vélez Sper, en su niñez y adolescencia se caracterizó por la inconformidad con los procesos educativos, lo que lo llevó a cambiar de institución en varias ocasiones, pero concluyó con éxito sus estudios superiores como economista en la Universidad Estatal de Guayaquil, profesión que ejerce con profunda convicción.
Desde su adolescencia encontró en las artes marciales una forma de ordenar sus ideas y desarrollar su disciplina. Fue campeón nacional invicto de taekwondo en seis ocasiones, se destacó también en judo y en karate japonés.
Representó a Ecuador en un campeonato sudamericano y en tres campeonatos mundiales. Fue seleccionado para las Olimpiadas de Seúl en 1998, pero decidió priorizar su profesión de economista y complementarla como profesor de artes marciales en la escuela que creó hace 42 años, y que aún sigue funcionando.
A inicios de la década de los 80, comenzó su vida laboral junto a su padre, Benito Vélez, un pionero en el sector camaronero ecuatoriano. Cinco años después ingresó a la Corporación Financiera Nacional (CFN) en calidad de especialista en finanzas. Allí conoció a la empresa Alimentsa, en la que trabajó durante 27 años, antes de que la multinacional BioMar adquiriera la compañía.
Con una dilatada actividad laboral, Vélez pasó de ser subgerente general de Alimentsa a gerente general de BioMar. En los dos cargos implementó innovaciones significativas no solamente para la empresa, sino también para el gremio camaronero y la comunidad.
Consiguió mejorar la dieta de los camarones sin comprometer el rendimiento del producto, reduciendo el empleo de harina de pescado, mejorando las fórmulas para minimizar el impacto ambiental.
Su liderazgo lo llevó a implementar laboratorios con equipamiento tecnológico y servicio técnico en el campo, fomentando en los proveedores de alimentos el interés de ser parte activa en el desarrollo del sector.
Entre otros proyectos, creó un programa de capacitación para el personal de la empresa y sus familiares. Desarrolló acciones de vinculación con las comunidades cercanas y apoyó a camaroneros pequeños de su comunidad.
Actualmente BioMar tiene cerca de 15 programas de entrenamiento a la comunidad en todos los niveles.
Desde hace dos décadas, Vélez es vicepresidente de la Asociación Ecuatoriana de Fabricantes de Alimentos Balanceados para Animales (AFABA). Decidió formar parte del directorio guiado por la firme convicción de que en el sector industrial ecuatoriano es difícil salir adelante solo, es necesario pertenecer a un gremio.
Las artes marciales han sido una poderosa herramienta a lo largo de su vida laboral, permitiéndole canalizar la presión del día a día y tomar decisiones difíciles de manera acertada. Cree firmemente que las presiones de trabajo y responsabilidad pueden ser superadas con la práctica de estas actividades para lograr mayor relajamiento y concentración.
En retrospectiva, Vélez ve a AFABA como un gremio organizado, profesionalizado, que genera sinergias en toda la cadena productiva. “Sin industriales no habría productores de maíz, lo que también ocurre a la inversa”.
Vélez destaca cómo AFABA ha viabilizado, a pulso, alternativas de financiamiento, sin ser una entidad bancaria. Ha impulsado el desarrollo del campo y la generación de empleo en el campo gracias a la gran industria. “A veces se cree que la gran industria son pocos actores, pero sin ella el agricultor no tendría ese impulso para mejorar su eficiencia productiva”. “Sin la industria de alimentos probablemente el sector camaronero no se hubiera tecnificado y mejorado su productividad”, afirma.
Este gremio, que se construyó con lucha y con mucho esfuerzo, es hoy una entidad que aglutina, que capacita a sus socios y les brinda soporte en varios aspectos.
Ante su decisión de retirarse del ámbito laboral, BioMar ha pedido a Vélez que continúe acompañándolos al menos por un año más en el directorio, junto al nuevo gerente general a quien Vélez considera como un profesional con mucha experiencia y una persona de gran valor.
A futuro, Vélez considera la posibilidad de aceptar algunas propuestas de consultorías para instituciones financieras y probablemente abrir un negocio propio. Tras una carrera impecable, Vélez deja un legado de capacitación y de impulso al mejoramiento continuo, pero sobre todo, deja buenos amigos.
BIOMAR CON NUEVO GERENTE GENERAL
Se trata de Andrés Rivadulla, licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona; es además magíster en Dirección Financiera en la Universidad Adolfo Ibáñez en Santiago de Chile.
En su carrera profesional, el nuevo ejecutivo, tiene más de 18 años en las áreas de Finanzas Corporativas en España, Chile, Argentina. En Ecuador es parte del equipo directivo de BioMar desde 2017.
Rivadulla asumió las funciones de gerente general de la multinacional danesa, tras la dimisión de danny vélez sper, quien continuará vinculado a biomar en funciones de asesoría y apoyo al directorio de la empresa.