LA CALIDAD, LA PALATABILIDAD, LA FORMA Y EL TAMAÑO DEL PELLET SON FACTORES IMPORTANTES EN LA NUTRICIÓN ANIMAL COMO FACTOR DE CRECIMIENTO.
Dany Andrés Obregón Polo
Jefe zonal de ventas de Pronaca
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Procesar alimentos en pellets con buena uniformidad de tamaño, palatabilidad y dureza, ofrece beneficios significativos al desarrollo y crecimiento de las aves. La mayor densidad resultante reduce la segregación y la generación de polvo del alimento, lo que a su vez disminuye las pérdidas.
Esta mejora en la calidad del pellet conlleva a una mayor eficiencia de conversión del alimento, ya que se producen menos desperdicios durante el consumo llegando al peso ideal más rápido.
La calidad del pellet es crucial para asegurar la durabilidad y la integridad física del alimento peletizado durante su manipulación y transporte desde la planta de producción hasta la granja, minimizando la generación de partículas finas y rotura del pellet.
Sin embargo, también es importante asegurar que el alimento esté bien mezclado y que tenga la granulometría adecuada para que las aves puedan digerir el alimento de la mejor manera posible.
El tamaño de las partículas de alimento durante las fases de preinicio e inicio, generalmente, deberían tener una granulometría promedio de 900 micras (0,9 mm), mientras que para las fases de crecimiento y engorde se debería aumentar a 2200 (2,2 mm) y 4000 (4 mm) micras, respectivamente.
El desarrollo del tracto digestivo como el rendimiento del ave está influenciado por el tamaño de las partículas del alimento, aun cuando el valor nutricional total sea similar.
Las aves alimentadas con partículas grandes de alimento van a desarrollar una molleja más grande y muscular, así como un tracto intestinal más largo.
Las partículas grandes de alimento requieren de mayor tiempo en la molleja para molerlas en partículas más pequeñas, estas tienen un tiempo de tránsito más largo a través del intestino delgado.
La longitud de las microvellosidades en el intestino es mayor, lo cual aumenta el área de superficie de absorción, y por lo tanto afecta positivamente la digestibilidad y la absorción de nutrientes.
Por lo tanto, si el ave experimenta una buena digestión de nutrientes en la parte superior del intestino, habrá menos nutrientes disponibles para las bacterias en la parte inferior del intestino grueso y el colon.
Esto contribuye a una mejor salud intestinal y a una menor excreción de nutrientes en la cama, haciendo que el proceso productivo permita a los avicultores producir un kilo de peso vivo a menor costo.