RICARDO MUÑOZ, ASESOR EXTERNO DE CHEMICAL PHARM, EXPLICA ALGUNOS DE LOS ELEMENTOS BASE QUE SE DEBEN TENER EN CUENTA PARA GARANTIZAR LA BIOSEGURIDAD INTERNA DE LA GRANJA.

Los principios generales se aplican tanto a granjas de cerdos, como a la producción de pollos.

Aunque se trate de una granja pequeña, se debe hacer un análisis de la realidad particular de la misma y elaborar un manual de procedimientos de bioseguridad interna.

Para ello, el primer paso es conocer la realidad de la granja, lo que sucede con el movimiento de personal y el equipo para establecer prioridades y gestionarlas.

Otro aspecto fundamental, en el caso de los cerdos, es separar los animales de gestación de los de producción, a fin de reducir el riesgo con el segmento más susceptible, que son los de crianza y las hembras de reemplazo.

En lo que se refiere a la producción de pollo de engorde, cabe plantearse “¿cómo se está haciendo el manejo de la mortalidad y el manejo de los desechos de la cama? y si se está reusando cama es preciso pensar en bioseguridad interna, en ¿cómo bajar la presión de infección de las superficies que están en contacto con la población más susceptible?

El pollito que ingresa por primera vez, ¿cómo va a tener los menores enfrentamientos? Todo esto forma parte de una unidad de producción estable”, asegura Muñoz.

En lo que se refiere a postura comercial, “hay zonas donde se ha comenzado a vacunar contra la influenza aviar, pero se debe tomar en cuenta que la vacuna es un componente que debe ser parte de toda una estrategia de bioseguridad”, no es la estrategia en sí misma.

Esta vacuna no elimina, por ejemplo, la posibilidad de infección de la parvada. Y aún peor, una parvada vacunada reduce, pero no elimina, el factor de excreción viral.

Entonces el manejo de la gallinaza, de la mortalidad y la forma en que se consiga un producto biológicamente seguro, es fundamental tanto para la granja, como a escala regional.

Muñoz es enfático en destacar la necesidad de compartir información y volver tangible el concepto de bioseguridad regional, para beneficio común de los productores y la cadena en su conjunto.

EL MANEJO DE COMPOSTAS ES FUNDAMENTAL

Muñoz recomienda contar con un termómetro de profundidad para monitorear que el promedio de la temperatura esté cerca de los 70 grados centígrados.

Advierte que se debe aislar posibles puentes de infección como los que genera la presencia de aves de rapiña, que llegan atraídos por el proceso de putrefacción.

Muñoz afirma que, para lograr una granja estable epidemiológicamente, se debe tomar en cuenta dos aspectos fundamentales: higienizar el medioambiente, y ordenar los flujos de personal, del equipo, del material biológico y de los desechos.