La genética, la nutrición y el manejo repercuten en el plumaje de las aves y, en consecuencia, en mejor rendimiento y rentabilidad para el avicultor
“Un buen emplume de los pollos de engorde tiene impacto directo en el rendimiento de la canal y, en consecuencia, mayor rentabilidad para el productor. Así, las aves con emplume precoz aseguran mayor protección de la piel, evitando pérdidas por lesiones”, explica Éder Barbon veterinario y experto en Procesos de Calidad de Cobb-Vantress.
Según Barbon, para la formación de plumas y piel es necesaria una buena calidad nutricional. “Para que las plumas se formen en el tiempo necesario y garanticen la protección de las aves hasta el punto de faena”, dijo el experto, señalando que otro punto importante para un buen emplume está relacionado con el manejo. “El estrés térmico (demasiado frío o demasiado calor) acaba impactando en la formación y crecimiento de las plumas”, apuntó.
El experto destaca que la función de las plumas, además de la regulación térmica, es proteger la piel de las aves. “El porcentaje de lesiones cutáneas impacta directamente la calidad de la canal. Cuando un lote llega a la planta de faena, la integridad de la piel es fundamental para evitar pérdidas y garantizar la calidad de los productos. “Las pieles con ranuras, desgarros y lesiones pueden abrir puertas a la penetración de microorganismos que pueden provocar infecciones o inflamaciones”, resaltó.
El manejo en la granja tiene como objetivo buscar el emplume temprano y completo de las aves, lo cual está directamente relacionado con la calidad integral o la integridad de la piel. Si un ave llega con un proceso inflamatorio localizado, se debe retirar esa sección durante el procesamiento y esto impacta en pérdidas, por lo que el emplume temprano y completo que garantice la protección y preservación de la calidad de la piel es fundamental para lograr buena calidad del producto final.
Hembras por machos
Las hembras, debido a las características genéticas y razones hormonales, tienen el emplume más rápido en comparación con los machos. Independientemente del linaje, las hembras terminan siendo más uniformes y tienen el emplume precoz, lo que garantiza mejor calidad de la canal, afirmó el especialista.
Tratamiento
El veterinario concluye diciendo que no existe un tratamiento específico, sino la elección de una buena genética para proporcionar el emplume temprano y de mejor calidad.
“Además de la genética, el productor necesita ofrecer un alimento de calidad y bien balanceado, que apoye el crecimiento de estas plumas de manera bien distribuida por todo el cuerpo, tener un manejo con ambiente ideal para cada etapa de crianza, mantener la calidad de la cama durante todo el período de cría y albergar un volumen de aves acorde con la capacidad del galpón, garantizando el número de aves por metro cuadrado, dentro de los estándares”.
Un adecuado manejo genera emplume temprano y completo de las aves.