de origen animal. Ahora se dedicará a analizar la reducción de químicos en la agricultura.
Fructífera trayectoria profesional de seis décadas de quien dedicó gran parte de su vida a la acción gremial de producción de alimentos agrícolas y pecuarios. Se le recuerda siempre sonriente, haciendo lobby, acuerdos y alianzas por el bien del sector que produce proteína de origen vegetal o animal.
Cada etapa de la vida está llena de sueños y de metas cumplidas, pero llega un momento en que el camino toma otros senderos, donde el estrés, la rutina, el ajetreo, cambian a una existencia mucho más tranquila, con tiempo para meditar, realizar actividades postergadas, disfrutar de la familia y de la lectura.
Precisamente, José Orellana, ingeniero agrónomo, después de ocupar importantes cargos en diferentes instituciones públicas y privadas, realizar investigaciones; viajar como representante de organizaciones públicas y privadas, entre otras funciones, ahora decidió bajar el ritmo de su arduo trabajo profesional de seis décadas.
Durante este tiempo acumuló una amplia trayectoria profesional en las áreas agrícola, avícola y porcina, experiencias que las transmitió a sus colaboradores. Ahora, ellos son el legado del Ing. Orellana.
Recuerda que, en este lapso, conoció a alrededor de 40 ministros de Agricultura y Ganadería y a muchos empresarios que lideraron los gremios en donde laboró. Participó en la elaboración de leyes y reglamentos agrícolas e hizo un sinnúmero de amistades, tanto en el país como en el extranjero. Siempre se lo vio visitando las instituciones públicas y privadas con una idea fija en su cabeza “cómo mejorar el país, a través de la agricultura y de la producción agropecuaria”.
Empecinado en estas labores, aún antes de finalizar la universidad, siempre estuvo enamorado de su profesión, es así que cada tarea la desempeñó con vocación y compromiso. Así fue escalando en su trabajo hasta convertirse en un referente de las actividades agrícola, avícola y porcina.
Recuerda los innumerables cargos que desempeñó y en los cuales impregnó su conocimiento, experiencia, responsabilidad y compromiso, afirmando “lo que le falta al país son planes y políticas de desarrollo agropecuario a mediano y a largo plazos”.
Se preocupó siempre por difundir buenas prácticas de producción, con técnicas modernas, para lograr mejores rendimientos, cuidando el bienestar de los animales y preservando el medio ambiente.
Resaltó que sobre todo el sector porcícola ha registrado en los últimos 20 años un importante crecimiento gracias a las mejoras genéticas, nutrición adecuada y la adopción de buenas prácticas de producción. Esto, abre las puertas al Ecuador, para proyectarse hacia la exportación de esta carne, gracias a las inversiones realizadas por algunos empresarios visionarios y a las mejoras adoptadas por medianos y grandes productores.
“Gracias a Dios y a la buena salud, estoy en capacidad de seguir colaborando con las organizaciones”, puntualizó. En suma, el protagonista de este relato no logra desvincularse de la actividad profesional por completo. Actualmente es asesor de la Asociación de Porcicultores del Ecuador (ASPE) y continúa realizando labores de consultoría.
Estudios y perfil académico
- Estudios secundarios en el Colegio Sebastián de Benalcázar.
- Ingeniero Agrónomo, por la Facultad de Ingeniería Agronómica de la Universidad Central del Ecuador.
- Maestría en Tecnología de Semillas, obtenida en la Universidad de Mississippi, EE.UU. en 1978, mediante una beca de USAID.
- En 1970 realizó un curso en México sobre cereales.
- Se especializó en Administración de Empresas Agrícolas, en la Compañía Agrícola Svaloef de Suecia.
Entorno familiar
José Orellana tiene una hermosa familia, donde su esposa, Helena Naranjo González, siempre fue y es su apoyo y motivación. Llevan 51 años de matrimonio y fruto de esta unión nacieron tres hijos: Xavier, Santiago y Felipe, son tres profesionales que han formado sus hogares. Tiene tres nietos y dos más en camino. Por este motivo, en su nueva etapa tiene previsto realizar viajes al exterior, donde residen sus hijos, para disfrutar con sus seres queridos.
Actualmente, goza de la tranquilidad que le ofrece su casa de campo, ubicada en el cantón Cayambe, de donde proviene la familia Jarrín. Además del aire fresco y de sus pequeños cultivos de hortalizas, disfruta de la crianza de aves para el consumo interno. Le encantan los locros, la fritada, las empanadas de morocho y los postres que prepara su esposa.
Próximamente, concluirá sus estudios del idioma italiano e iniciará su formación como coach. Todo esto, sin dejar de lado la investigación agrícola y el asesoramiento. Prevé ahondar más su investigación sobre la reducción de químicos en la agricultura.
Trayectoria profesional, funciones desempeñadas
- Director Ejecutivo de la Asociación de Molineros de la Sierra (IMSA), Fabricantes de Alimentos Balanceados (AFABA), Corporación Nacional de Avicultores (CONAVE), Asociación de Porcicultores (ASPE), Asociación de Empresas de Nutrición y Salud Animal (AENSA)
- Gerente General de la Empresa Nacional de Comercialización (ENAC).
- Presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Pichincha.
- Oficial de proyectos USAID/Ecuador, con financiamiento de los Estados Unidos de Norteamérica.
- Consultor para la monetización de donaciones de trigo y torta de soya por parte del programa PL-480.
- Director del Proyecto Nacional de Semillas, financiado con un préstamo del BIRF y adscrito al MAG; laboró también en la Comisión Nacional del Trigo, y en el Departamento de Cereales del INIAP, como parte del equipo de fito-mejoramiento de trigo, cebada y avena.
- Técnico en la Empresa Mixta de Semillas, entre otros cargos.
Se siente más relajado y considera que las etapas de la vida van de acuerdo con el desarrollo físico e intelectual. “Es bueno alejarse del estrés porque la agitada vida de un ejecutivo implica tensión. Nunca me preocupé del horario laboral y trabajé sin descanso, sacrificando el tiempo que debía pasar con mi familia”, expresó.
Consideró que cumplió con aquello que se propuso. “Estoy tranquilo porque todo lo que hice fue para bien del país y de los gremios”, enfatizó.
Su mensaje para las presentes y futuras generaciones es que trabajen con dedicación, actúen con honestidad y se propongan metas; y, equilibren el trabajo con la vida familiar.