Los procesos se realizan con el apoyo de moderna tecnología, para lograr animales más saludables y productivos.

Con el tiempo, la genética de los cerdos ha evolucionado rápidamente, así como las técnicas. Hoy, se emplea tecnología de vanguardia en los diferentes procesos, con la finalidad de lograr cerdas saludables y más rentables. Igualmente, machos con excelente calidad.

Topigs Norsvin se ha dedicado desde hace 100 años a mejorar la genética porcina. En Ecuador tiene un amplio departamento de investigación internacional y un equipo de soporte técnico que ofrece la mejor genética disponible a los clientes, para maximizar el potencial de los cerdos.

Los profesionales Jorge y Mirza González, representantes de esta marca en Ecuador, explicaron que “una mejoría genética es un tema de números, es decir, mientras más grande sea la población de cerdos existen más opciones para escoger a los animales”. Topigs Norsvin cuenta con más de sesenta millones de cerdas en su base de datos.

La selección debe ser integral, porque el error más grande en el que incurren los productores porcinos es escoger un solo factor. Según ellos no solo hay que considerar a los lechones vivos, sino el peso y las mamas de la cerda. De esta forma, se evita las muertes de los lechones, porque el objetivo es que los pequeños cerdos sobrevivan, para lo cual, los cuidados y la alimentación son vitales. La genética por sí sola no cumple con las metas establecidas por los productores.

En los últimos 30 años, el número de lechones que tiene cada madre creció de 18 a 35 animales por año y en cada cerda. Cada madre tiene 2,4 a 2,5 partos al año. Para cumplir con este objetivo, la cerda debe ser productiva, ya que se registra un desgaste importante durante la maternidad e incluso la madre deja de comer. Una cerda puede tener entre seis y ocho partos.

Indicó que la mayoría de empresas genéticas tienen cerdas con menos de 2,5 partos. Es decir, la cerda se descarta muy joven.

En el país, las cerdas tienen más de cuatro partos durante su vida útil. No es recomendable que este animal tenga muchos partos, porque disminuye la calidad de los lechones.

“En genética no se puede descuidar ningún parámetro. Las empresas se han enfocado en la parte productiva y no en los fenotípicos. Hay que realizar una selección integral. Por ejemplo, contar el número de mamas, la distribución, las camadas, el peso, etc.”, explicó Jorge González.

Después se efectúa el destete. En este paso se debe considerar el peso, el número de animales vivos que nacieron, conocer la cantidad de leche, entre otros factores. A los 60 días se verifica el desarrollo, las mamas y el estado materno de las cerdas.

En la actualidad, se emplean cerdas F1, que se logra a través de dos líneas puras. El resultado es una cerda, que mejora las características de los padres, es más productiva y es más resistente a las enfermedades.

En el país, el 80% de la producción comercial se logra con cerdas F1. Son animales de la primera generación del cruzamiento. Por ejemplo: Yorkshire X Landrace. Los ejemplares nacidos tienen un 50% de los genes de la raza de la madre Yorkshire y un 50% del padre Landrace.

Tanto para el desarrollo de la genética como para seleccionar a las mejores cerdas se emplea tecnología de vanguardia, con el fin de obtener las mejores características y lograr una mejor productividad.

También, es vital una revisión fenotípica del animal. En los últimos años, se han logrado cruciales avances de genética de cerdos. Ahora, cada animal tiene un chip, donde se conserva su ADN. Con base en esta información se realizan los diferentes procesos para mejorar el rendimiento del animal.

Además, la mejora genética se realiza a través de genes, pero sin descuidar la selección integral, manifestó el experto.

Incluso, a los reproductores que tienen 100 kilos se les realiza una tomografía computarizada, para verificar la cantidad de grasa, carne, músculo, hueso, vísceras, deformidad, etc. Sin duda, la tecnología desempeña un papel fundamental en la genética de los animales.