Los productores avícolas consideran fundamental haber iniciado el proceso de vacunación y esperan que la inmunización se extienda de forma inmediata.
Edgar Navarrete, productor avícola, explica que la pechuga o en la parte media del cuello del ave, pero la absorción es lenta en las ponedoras.
El costo de la vacuna lo asumen los avicultores, así como la mano de obra. El frasco que contiene mil dosis cuesta 64,20 dólares.
Marisol Molina, directora ejecutiva de la Unión de Productores de Huevos (Uniproh), califica al inicio de la vacunación como un gran logro después de un arduo trabajo de los productores y del Subcomité Técnico de la Comisión Nacional de Avicultura. “La vacuna nos otorga tranquilidad, pero anhelamos que se extienda a todos los sectores, en el menor tiempo”.
Reconoce el trabajo de Agrocalidad y aplaude el gran esfuerzo que realizan los productores para comprar las vacunas e invertir en medidas de bioseguridad, para seguir produciendo, aunque admitió que será un proceso largo.
“Las granjas que cumplan con las medidas de bioseguridad sobrevivirán, porque el virus es mortal y se expande rápidamente”, expresa Molina.
Para Christian Pérez, presidente de la Asociación de Fabricantes de Alimento Balanceado y Avicultores de Tungurahua (Asofabat), los cuatro millones de dosis de vacunas no son suficientes, porque en el centro del país existen, aproximadamente, 12 millones de gallinas productoras de huevos, lo que significa el 75% de la producción nacional de huevos.
Solicita a las autoridades del MAG que la importación del resto de dosis se realice lo antes posible, ya que “la situación es preocupante para los avicultores”.
Wilson Velasteguí, director de la Asociación Ecuatoriana de Alimentos Balanceados (AFABA), considera insuficiente la cantidad de vacunas.
“Se debe inmunizar a todas las ponedoras, ya que en este universo de aves de larga duración están también las de levante, reproductoras abuelas y las de traspatio para completar 20 millones de aves”.
El pollo de carne no está considerado en esta cifra, pero en el Ecuador existen alrededor de 30 millones, es decir, hay un total de 50 millones de aves de corral y solo se importarán 4 millones de vacunas. “Todo animal necesita una segunda dosis a las cuatro o seis semanas de la primera”, explicó.
Luis Poaquiza, presidente de la Asociación de Productores Pecuarios de la Sierra Central (Asopec), solicita a las autoridades del Ministerio de Agricultura y Ganadería y de Agrocalidad, que agiliten la importación de las vacunas, con la finalidad de que el virus no se expanda. “La vacuna fue un pedido del sector avicultor ante la presencia de la Influenza Aviar en el país y que ocasiona grandes pérdidas económicas”.
Está de acuerdo con asumir el costo de la vacuna, “porque es la única solución para controlar al virus. Estoy consciente que no cubrirá el 100%, pero con la colocación de las dosis disminuirá la mortalidad de las aves, especialmente de las ponedoras. De esta forma, no habrá desabastecimiento de huevos ni el costo de la proteína subirá como ocurre en otros países”, comenta.