Primera Parte
El agua es un nutriente esencial para las aves, ya que representa el 70% del peso de un ave adulta. Esto lo convierte en uno de los nutrientes más importantes para la salud en general y el rendimiento de canal. Además, fisiológicamente desempeña un papel esencial en la digestión, absorción de nutrientes, metabolismo, digestión de los alimentos y eliminación de desechos del cuerpo de las aves (Tabler et al. 2013; Fairchild & Ritz, 2015).
Existe una fuerte relación entre el consumo de alimento y del agua. Por lo tanto, el liquido se puede utilizar como un monitoreo general del rendimiento de la parvada e indicador de la salud, ya que algún cambio brusco en el consumo de agua es una señal importante.
Normalmente, la relación entre el consumo de agua y el alimento es 2 a 2.5 en condiciones normales de producción en pollos de engorde (Gussem et al.2021). Sin embargo, esta relación podría variar dependiendo del consumo de alimento, composición del alimento, calidad de agua, temperatura y edad de las aves.
La calidad del agua puede variar según la fuente de abastecimiento y el tratamiento que se le haya dado, lo que puede tener un impacto significativo en la salud, crecimiento y producción de las aves.
Los estándares para la calidad del agua deben incluir factores que afectan la palatabilidad, la acumulación de sólidos dentro de los sistemas de agua y la toxicidad. Los factores que se analizan dentro de una producción avícola incluyen: microbiológicos, físicos y organolépticos.
Dentro de los análisis más comunes se encuentran:
- Parámetros microbiológicos: La presencia de microorganismos patógenos en el agua puede ser perjudicial para la salud de las aves y aumentar el riesgo de transmisión de enfermedades a los seres humanos. Algunos de los parámetros microbiológicos comunes que se analizan incluyen: coliformes totales, coliformes fecales, Salmonella y E. coli.
- Característica del pH: El pH del agua puede afectar la solubilidad de los nutrientes y la efectividad de los tratamientos de agua.
- Conductividad eléctrica: La conductividad eléctrica del agua es una medida de la capacidad del agua para conducir electricidad. Un nivel alto de conductividad eléctrica puede indicar un contenido de sales excesivo en el liquido.
- Dureza del agua: La dureza del agua se refiere a la cantidad de calcio y magnesio presentes en el agua. Un nivel alto de dureza puede afectar la salud de las aves y reducir la eficacia de los tratamientos de agua.
- Contaminantes químicos: La presencia de contaminantes químicos en el agua, como metales pesados, plaguicidas y herbicidas, puede ser perjudicial para la salud de las aves y la seguridad alimentaria.
- Sólidos totales disueltos: Es clasificado como un contaminante secundario. Se refiere básicamente a la suma de todos los minerales, metales y sales disueltos en el agua. Valores elevados generan agua turbia, mal sabor e irritación del tracto gastrointestinal (diarreas osmóticas).
Es importante tener en cuenta que los parámetros de análisis pueden variar según las regulaciones locales y los estándares de la industria. Por lo tanto, es importante realizar análisis de calidad del agua periódicamente para garantizar que se mantengan los niveles óptimos y evitar problemas de salud en las aves.
Danny Patiño, M.Sc.
Ingeniero en agroindustria en la Universidad Zamorano, Honduras,
Máster en Ciencias Avícolas con especialización en nutrición animal en la Universidad de Carolina del Norte, USA.
Actualmente, es nutricionista animal en Trouw Nutrition brindando soporte a Sur y Centro América.