En el mercado existen diferentes productos para controlar y eliminar las plagas en los granos, principalmente en los almacenados.
El éxito depende de una adecuada colocación y en cantidades exactas. Domingo Yanucci, experto argentino, se refirió al tema y planteó algunas sugerencias.
Los productos deben estar autorizados a escala mundial. Antes de colocarlos, se debe establecer cuántos metros cuadrados se van a tratar. En el caso de un silo, determinar el número de paredes internas, los pisos y techos.
En cada época, se han desarrollado varios productos para el control de plagas (gorgojos y carcomas), pero las investigaciones continúan hasta encontrar los más adecuados, para tener efectividad y, sobre todo, que no afecten a los consumidores.
Según Yanucci, los productos residuales orgánicos fosforados están aprobados a escala mundial. Sin embargo, el resultado depende de la aplicación correcta (nebulizaciones por dentro y por fuera) y en las dosis correctas.
“El tratamiento preventivo es primordial para evitar el desarrollo de las plagas antes de que el grano ingrese a los silos”, dijo.
Estos plaguicidas residuales se pulverizan y se aplican sobre el grano. No obstante, la temperatura y la humedad van en contra de los insecticidas, por eso los tratamientos se aconseja realizarlos sobre granos secos, fríos o con temperatura normal. Algunas plagas son más resistentes a ciertos insecticidas, para lo cual, se debe monitorear el grano en los silos.
¿Cómo calcular la evolución? Existen varias fórmulas de acuerdo a la cantidad del grano almacenado y al tiempo que permanece el producto en el silo, explicó.
Además, es importante medir la cantidad del producto y el caudal de la pulverización, para realizar un buen tratamiento. Por ejemplo, en un silo de un mil toneladas, donde 950 están tratadas y 50 no, el riesgo aumenta y habrá que fumigar la totalidad del grano.
De ahí, la importancia de la automatización de los tanques con emulsiones preparadas. El dosificador se encarga de mezclar la cantidad conveniente del insecticida. Los puntos básicos de aplicación son: donde se mueve el grano y donde se puede controlar con facilidad.
Los productos residuales se pueden mezclar con agua o con aceite. En este último caso, el producto dura más tiempo y evita la presencia de polvo. Igualmente, reduce a la mitad el uso del plaguicida.
Siempre se debe trabajar con la emulsión preparada en el día, caso contrario se degrada y disminuye su efectividad. Luego de cada jornada lavar la máquina pulverizadora con abundante agua.
Uno de los productos con efectividad es la fumigación con fosfina Ph3, empleado a escala mundial para los granos almacenados. Posee un efecto inhibidor sobre la respiración de los insectos y roedores. Se utiliza en almacenes, silos, materiales de embalaje, contenedores de transporte, etc.
La fosfina Ph3 bien aplicada elimina las plagas en todos los estados: huevo, larva, pulpa y adulto, pero no afecta el poder germinativo de la semilla ni las características organolépticas del alimento. Tampoco, deja residuos peligrosos que afecten la salud del consumidor.