Arturo Cabrera, presidente ejecutivo de Laboratorios Lavetec, considera que las acciones del Estado no fueron suficientes para actuar enseguida frente a la Influenza Aviar.
“No estábamos preparados para enfrentar la enfermedad. Incluso, las medidas de bioseguridad no se aplican como se debe.
Desafortunadamente, el crecimiento irregular de la avicultura ecuatoriana impide evitar la propagación de esta enfermedad, por eso la bioseguridad es fundamental; hay desconocimiento y acumulación de granjas, falta de formación entre los colaboradores, técnicos, avicultores, trabajadores, etc.”, detalla Cabrera.
Para el experto, es importante tener un banco de vacunas de cualquier origen, pero que cumplan con las normativas nacionales e internacionales. “Los laboratorios nacionales están preparados para producir una vacuna para la Influenza Aviar, pero deben estar calificados por la autoridad respectiva. De esta forma, las divisas se quedan en el país y se genera fuentes de empleo”.
Cabrera considera básico que en el país existan laboratorios que produzcan la vacuna por la cercanía a los focos de infección por cuanto el virus se moviliza rápidamente y en poco tiempo elimina gran cantidad de aves. “Las acciones deben ser rápidas y las aves enfermas sacrificadas en tiempo récord”.
Para lograr excelentes resultados, Cabrera recomienda trabajar en conjunto entre el Gobierno, los avicultores, los profesionales y todos los actores involucrados en la cadena productiva, para encontrar soluciones inmediatas, a mediano y largo plazos. “La unión permitirá salir delante de esta crisis”, enfatiza Cabrera.
Control de aves migratorias
Como parte de las medidas contempladas en la declaratoria de emergencia zoosanitaria, el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) activó la vigilancia y reporte de aves acuáticas contagiadas.
Según la página web de la Organización Mundial de Sanidad Animal, “las aves silvestres migratorias, en especial las acuáticas, son huéspedes y reservorios naturales del virus de la Influenza Aviar.
En sus tractos intestinales o respiratorios, pueden transportar las distintas cepas del virus de la Influenza Aviar. Según la cepa del virus y la especie de ave, el virus puede resultar inofensivo o fatal para el ave silvestre”.
Añade que “cuando las aves tienen pocos o ningún síntoma del virus, pueden propagarlo entre países vecinos o a través de largas distancias, acompañando sus rutas migratorias. Las aves silvestres desempeñan una función principal en la evolución del virus de la Influenza Aviar y su mantenimiento durante las temporadas bajas”.