INCREMENTAR LA PRODUCCIÓN SIN PREVER UN SISTEMA DE MANEJO POSCOSECHA ADECUADO, EQUIVALE A INCREMENTAR LAS PÉRDIDAS.
Según la FAO, anualmente en el mundo se pierden y desperdician 1 300 millones de toneladas métricas de alimentos, mientras que alrededor del mundo, 860 millones de personas tienen dificultad para alimentarse.
De acuerdo con BM Editores (2022), el maíz es la poderosa semilla que mueve al mundo, destacándose por su contribución a la alimentación humana, animal y la agroindustria; aporta energía al cuerpo y cerebro; es rico en vitaminas y minerales; es fuente de fibra y contribuye a lograr la seguridad alimentaria y nutricional de la población.
En Ecuador, en el 2023 se estimó una producción de maíz de 1.4 millones de toneladas métricas de grano; siendo este producto (Zea mays L) uno de los cultivos más importantes para la alimentación de los ecuatorianos, ya que su producción provee la materia prima para la agroindustria y la alimentación humana.
El maíz duro es un importante componente en la formulación de balanceados para generación de proteína animal como las carnes de pollo, cerdo y huevos.
De hecho, el grano de maíz es el principal componente de los balanceados, constituyendo entre el 50 y el 70% de las dietas de monogástricos, aves y cerdos, principalmente.
LA IMPORTANCIA DE ALMACENAR GRANOS BÁSICOS
Muchos esfuerzos se han puesto en marcha para aumentar la disponibilidad de alimentos de origen agrícola, como la revolución verde, ampliación de la frontera agrícola, empleo de biotecnología; sin embargo, existe una alternativa viable que es la reducción de pérdidas poscosecha desde que los granos llegan a madurez fisiológica hasta la distribución. Si se evitara perder granos durante la etapa de poscosecha, millones de familias tendrían acceso a los alimentos.
La mayor parte de la cosecha de maíz se hace una vez al año, con una una reserva de alimento, tanto para consumo humano, animal y la agroindustria. El almacenamiento de granos puede ser centralizado en grandes silos o descentralizado a nivel familiar.
El grano almacenado a nivel familiar, acorta la especulación en los tiempos de no producción, y aumenta la productividad e ingresos de los agricultores generando trabajo y empleo lo que reduce la vulnerabilidad rural.
CARACTERÍSTICAS DE LA POSTCOSECHA
Interesa al productor, ya que cuida su comida.
Los daños y pérdidas ocurridos en los granos por mal manejo, son irreparables e irreversibles.
Es una actividad relegada en el proceso productivo.
Es el segmento más sensible en la producción agrícola.
La problemática postcosecha afecta a las familias más pobres, su vulnerabilidad queda al descubierto porque la pérdida de sus cosechas deja en riesgo la subsistencia de la familia.
LA PROBLEMÁTICA EN LA POSTCOSECHA EN GRANOS BÁSICOS
Varios organismos vivos, compiten con el hombre por la misma fuente de alimentos, entre los cuales se destacan los insectos, hongos, roedores y pájaros que son responsables de los daños y pérdidas que se inician en la parcela y continúan en el almacenamiento.
Los factores físicos como la humedad relativa y temperatura ambiental, el contenido de humedad del grano, prácticas deficientes de manejo postcosecha, los contaminantes y los factores económico - sociales, como la cultura agrícola tradicional, la ausencia de crédito y asistencia técnica, contribuyen a los daños y pérdidas postcosecha, resultantes de la interacción de los factores antes señalados.
Las pérdidas postcosecha deben analizarse desde la recolección de los granos, el transporte dentro de la finca y traslado hacia los sitios de venta; en el almacenamiento, el procesamiento y el mercadeo.
Para realizar el manejo tecnificado postcosecha y evitar pérdidas, se recomienda:
- Realizar la cosecha temprana del maíz, a partir que haya llegado a madurez fisiológica.
- La maquinaria para la cosecha y desgrane, debe ser calibrada, para evitar grano quebrado.
- Luego de la cosecha, realizar la prelimpieza y luego secar los granos inmediatamente, hasta llegar a un contenido de humedad del 12%.
- Almacenar granos secos, limpios, frescos y sanos en lugares seguros que los protejan de las plagas como roedores e insectos.
- Monitorear permanentemente el grano almacenado, revisar la temperatura, para evitar la formación de focos de calor, utilizar aireación forzada.
- Monitorear el contenido de humedad de los granos, para evitar el desarrollo de hongos, cuando aumenta arriba del 14%.