LA PREVENCIÓN Y CONTROL DE LA CONTAMINACIÓN SON FUNDAMENTALES PARA GARANTIZAR LA SEGURIDAD Y CALIDAD DE LOS ALIMENTOS BALANCEADOS.
Las aflatoxinas son compuestos tóxicos, producidos por hongos del género Aspergillus flavus y Aspergillus parasiticus, que afectan el maíz y otros cereales secos, especialmente en zonas cálidas y húmedas.
Estas sustancias químicas causan graves problemas de salud en aves y cerdos que consumen alimentos balanceados elaborados con maíz contaminado. Su efecto dañino se transmite también a los seres humanos.
La presencia de estos compuestos se produce cuando el maíz tiene un contenido de humedad del 15% y alta humedad relativa durante la cosecha o en el sitio de almacenamiento.
Allí se genera el crecimiento de los hongos que liberan las aflatoxinas con afectaciones en las aves como problemas de crecimiento y desarrollo, disminución en la producción de huevos, mientras que en cerdos se produce decrecimiento de la fertilidad y aumento de la susceptibilidad a enfermedades, y finalmente su mortalidad.
Pero su presencia en el consumo también puede perturbar gravemente la salud humana. Según el Blog elika. Seguridad Alimentaria (s.f), las aflatoxinas son sustancias cancerígenas, por lo que ingerir grandes cantidades, puede causar varias alteraciones en ciertos sistemas y órganos de las personas.
Para prevenir la contaminación por aflatoxinas en el maíz, se recomienda:
Manejo adecuado del maíz: Secar el maíz a un nivel de humedad adecuado (menos del 12%) antes de almacenarlo. El secado debe ser oportuno.
Almacenamiento apropiado: almacenar el maíz en silos o estructuras ventiladas, protegidas de la lluvia y el sol.
Inspección regular del producto: realizar inspecciones regulares del maíz almacenado para detectar signos de contaminación.
Proteger el grano durante el transporte: para evita la lluvia y humedad excesiva.
Aireación o ventilación de los granos: si se detectan focos de calor o humedad, se debe aplicar aireación o realizar el trasiego del grano de forma urgente. Al crecer los insectos, se genera calor y aumenta la humedad del grano, por consiguiente crecen los hongos que luego liberan micotoxinas.
Análisis de laboratorio: para detectar la presencia de aflatoxinas, se utiliza generalmente la cromatografía líquida de alta reducción HPLC, para análisis y cuantificación de aflatoxinas.
MEDIDAS ADICIONALES PARA CONTROLAR LA CONTAMINACIÓN
Seleccionar proveedores de maíz que cumplan con estándares de calidad y seguridad.
Realizar análisis de calidad antes de utilizarlo en la producción de alimentos balanceados.
Utilizar tecnologías de procesamiento que puedan eliminar o reducir la presencia de aflatoxinas.
Controlar la calidad final de los alimentos balanceados antes de su distribución y comercialización, para verificar que se cumplan con los límites permitidos.
En cuanto a los tratamientos industriales de las materias primas y/o alimento balanceado ya contaminados, se pueden utilizar dos métodos:
MÉTODOS FÍSICOS DE ELIMINACIÓN:
Limpieza y separación: se trata de eliminar aquellos granos y fracciones más contaminadas. Se pueden aplicar métodos manuales de separación por tamizado.
Molienda húmeda: la aflatoxina B1 durante la molienda se concentra en las aguas de lavado y en la fibra; y en menor medida en el germen y en el gluten. Sin embargo, el almidón resultante, está prácticamente desprovisto de aflatoxinas.
Molienda en seco: en el caso del arroz, el 95% de las aflatoxinas está en el salvado. En el trigo la mayor parte también se encuentra en las zonas periféricas, por lo que la separación en seco es interesante para reducir las aflatoxinas.
MÉTODOS QUÍMICOS DE DETOXIFICACIÓN:
Adsorción: las aflatoxinas absorben muy eficazmente diversos materiales cuando están en solución acuosa, como el carbón activado y ciertos aluminosilicatos.
Estos últimos se utilizan de manera eficiente en la alimentación animal, ya que varios estudios muestran que el grado de absorción puede ser superior al 90%.
Degradación química: el tratamiento con NH3 se utiliza en la actualidad en la semilla de algodón y cacahuete en la alimentación animal para eliminar las aflatoxinas.
Los productores de balanceados, deben desarrollar un programa de vigilancia y control de aflatoxinas en la alimentación animal basado en tres pilares: el control de proveedores, la implantación de un sistema de trazabilidad y la realización de muestreos obligatorios.
En Ecuador, el INEN, en base a normas técnicas específicas, determina el límite de aflatoxinas, permitido en el maíz destinado a la fabricación de balanceados, en el orden de 0,055 migro- gramos (µg) de aflatoxina por kilogramo de maíz en grano (NTE INEN 9:2015).
En el caso de los balanceados destinados a la alimentación de aves y cerdos, el límite de aflatoxinas es 20 µg de aflatoxina por kilogramo de balanceados (Medina, J; Fierro, J. 2022).
NUEVO MÉTODO PARA DETECCIÓN
Según El Productor, medio digital de comunicación, científicos de Embrapa y de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) Brasil, han desarrollado un método innovador para detectar la presencia de aflatoxinas (fumonisinos) en granos de maíz.
La técnica utiliza imágenes hiperespectrales de infrarrojos cercanos (NIR-HSI), integrando preceptos químicos y agricultura de precisión, para identificar y cuantificar esta micotoxina, considerada uno de los mayores obstáculos para la producción de maíz en Brasil, porque contamina los granos aún en el campo y no es destruido por el procesamiento térmico.
Con este método innovador se aporta beneficios a la cadena productiva del maíz: es más rápido, se realiza en 30 segundos, reduce los costos (no emplea reactivos ni destruye la muestra) y no es destructivo.
