TRAS UN AMPLIO DEBATE, FINALMENTE EL PROYECTO DE LEY PROPUESTO POR LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO, A PARTIR DE LA SENTENCIA DE LA CORTE CONSTITUCIONAL POR EL CASO DE LA “MONA ESTRELLITA”, SE LIBERA DE UNA SERIE DE ELEMENTOS QUE LO VOLVÍAN INAPLICABLE.
Acriterio de productores, industriales, representantes de instituciones públicas rectoras de la política pública en esta materia, entre otros actores, el texto original de este proyecto de ley contenía una fuerte carga dogmática, en detrimento de un sustento jurídico y técnico.
Sin embargo, tras varias comparecencias y espacios de diálogo, diversos actores del sector productivo demostraron con solvencia la necesidad de construir una ley que proteja la fauna urbana sin que ello implique desincentivar la producción.
LOS CAMBIOS FUNDAMENTALES:
El proceso de diálogo ha generado, hasta el momento, cambios importantes en el texto, como:
El texto, llamado originalmente “Proyecto de Ley para la Promoción, Protección y Defensa de los Animales no Humanos” se denominará en adelante “Proyecto de Ley Orgánica para la Protección y Defensa de los Derechos de los Animales”, eliminando la carga ideológica del término “animales no humanos”.
Se realizó una revisión de las leyes y otras normas conexas, con la finalidad de eliminar duplicidades y contradicciones.
Se eliminó la propuesta de incluir a los animales dentro de los grupos de atención prioritaria, con lo cual, a decir del sector productivo, se equiparaba a los animales con seres humanos vulnerables como los niños y las personas con discapacidad.
Se descartó la creación de un comité interinstitucional para la protección animal, pues ya existen entidades con competencias en este ámbito, como Agrocalidad, el Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Salud Pública.
Se reconoció que cada especie tiene características propias y destinos definidos. Se establecieron derechos, obligaciones y sanciones específicas respecto de cada grupo de animales.
Se eliminó la prohibición de criar aves en galpones.
Quedó claro que los animales destinados a trabajo u oficio, los destinados a producción y consumo, así como los destinados a experimentación, están regulados por otras normas como la Ley Orgánica de Sanidad Animal y regidos por Agrocalidad, por lo cual no es pertinente crear una nueva normativa.
De igual manera, para la fauna acuática, el ente rector es el Instituto Nacional de Pesca. En lo que tiene que ver con animales silvestres, es el Ministerio del Ambiente. Para animales sinantrópicos, también conocidos como plagas, le corresponde actuar al Ministerio de Salud Pública.
Se eliminó la prohibición de exhibir animales faenados, una medida que generó controversia por no estar directamente relacionada con el bienestar animal.
Se suprimió la prohibición de la crianza intensiva de animales destinados a la producción, así como determinadas exigencias para el faenamiento de animales de consumo.
Se eliminó la prohibición de emplear plaguicidas y pesticidas.
A LOS PRODUCTORES LES INTERESA EL BIENESTAR ANIMAL
Esta es una máxima que, a fuerza de la presencia permanente por parte de distintos sectores de la cadena de producción, ha logrado consolidarse en la opinión pública. Esto debido a una cortina de humo que, en un momento dado se pretendió crear con la idea de que el sector productivo buscaría el rédito económico a costa del bienestar animal.
Con argumentos técnicos se demostró, tanto ante las autoridades legislativas como a la opinión pública que, muy por el contrario, el sector productor desde hace muchos años ha priorizado el bienestar de los animales, no solamente por responsabilidad con las especies dedicadas a la producción, sino porque un animal que goza de bienestar, genera consecuentemente una mayor y mejor producción.
Héctor Montilla, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Bienestar Animal (AEBA), afirma que el texto que se analizó en el primer debate “está ya un poco más ajustado a la realidad socioproductiva y económica del país y guarda el equilibrio que debe existir entre el derecho de los animales, que es totalmente válido, y el derecho humano”.

“La Asociación Ecuatoriana de Bienestar Animal (AEBA) está de acuerdo en buscar el máximo bienestar posible para todos los animales, ya sean estos de producción, de compañía, silvestres, animales para investigación o experimentación, y en general para todos los tipos de animales”.
Rodrigo Gómez de la Torre, ex presidente de la Cámara de Agricultura de la Primera Zona y representante del colectivo de Bienestar Animal, resaltó que el proyecto ha avanzado hacia un enfoque más equilibrado.
Gómez de la Torre asegura que existe una desconexión entre el ciudadano de la urbe y el del campo. “El 75% de la población está en zonas urbanas y su vinculación esta más interiorizada con los animales de compañía, pero se estaba extrapolando esta visualización puntual hacia el resto de categorías de animales, donde están los animales de asistencia, de trabajo u oficio, los destinados a la producción e inclusive la fauna silvestre”.
Se muestra optimista por los avances y señala que seguirán paso a paso el proceso de aprobación de este proyecto de ley, ya que “la legislación debe estar basada en la razón y la equidad, evitando sobrecargar con regulaciones ya cubiertas por otras normativas”.
Iván Pérez, presidente del Colegio de Veterinarios de Pichincha, señala que “nuestro criterio como Colegio de Veterinarios siempre va a ser técnico y no se adhiere a posturas ideológicas ni políticas. Está demostrado técnicamente que el bienestar animal en granjas industrializadas es mucho mayor que en una jaula en piso.
La inocuidad alimentaria de un huevo en jaula libre de contaminantes es superior a recoger un huevo de piso, donde hay presencia de tierra, desperdicios y contaminantes que pueden afectar negativamente a la salud humana”.
DESAFÍOS
Pérez considera que, si bien se han logrado avances importantes, todavía hay muchos temas relevantes por consolidar. Uno de ellos es que, el Código Orgánico del Ambiente que considera como parte de la fauna urbana a varios grupos de animales que no pertenecen a esta clasificación, como son los animales de producción, los de laboratorio, los animales que son considerados plagas (animales sinantrópicos), entre otros.
“Estamos solicitando de que se haga una reconsideración, una recategorización del término fauna urbana”, señala.
Juan José Grijalva, síndico del Colegio de Veterinarios de Pichincha, coincide en que es necesario “aclarar el concepto de fauna urbana y limitarlo a animales de compañía y a aquellos animales de cualquier clasificación, que deambulen sin un responsable en los espacios públicos de las zonas urbanas consolidadas” y, complementariamente; “otorgar a los Gobiernos Autónomos Descentrados Municipales las atribuciones para regular y controlar a estos animales que se encuentran dentro del espacio público”.
Sobre el primer punto, precisa que la propuesta tuvo acogida por parte del Legislativo y ya se encuentra incluida una disposición reformatoria al respecto en el proyecto de ley.
Sobre el segundo punto, Grijalva aclara que actualmente existen contradicciones en el ordenamiento jurídico, que tienen que ser corregidas aclarando, por ejemplo, las competencias de los distintos niveles de gobierno.
“Si otorgamos a cada gobierno municipal la capacidad de regular y controlar animales de consumo, tendríamos 221 ordenamientos jurídicos distintos para un sector importante como el agropecuario, que no solamente desarrolla una actividad económica, sino que contribuye a la seguridad y la soberanía alimentarias”.
Otro reto para el sector es intensificar la vigilancia para el cumplimiento de las normas sanitarias en granjas pequeñas. “Las empresas grandes y medianas están sometidas a un control permanente por parte de Agrocalidad, sin embargo, en muchas ocasiones los pequeños productores no tienen estos controles con el riesgo de incumplir el bienestar animal, si las aves llegan a ingerir agua no tratada, alimento de mala calidad o jaulas están en mal estado”, explica Pérez.

EL SECTOR PRODUCTIVO SE FORTALECE
“Creo que lo alentador de este proceso es la discusión pública que se ha provocado, porque todos hemos participado y nos hemos preocupado por este tema.
La unión gremial y la participación de la sociedad fueron claves para lograr este proyecto equilibrado entre el bienestar de los animales y el bienestar humano, en el sentido de poder mantener la producción animal, respetando el bienestar animal y a la vez respetando el derecho de las personas a contar con productos alimenticios a precios asequibles, sin ningún tipo de limitación”, afirma Montilla.
“Como sector productivo se ha logrado demostrar a la sociedad, a través de las discusiones públicas, que se han dado, a través de las participaciones en los debates oficiales, (incluso a través de la Feria Proteína Viva) que somos un sector que contribuye con el desarrollo económico de este país, generando miles de fuentes de empleo, pero que todo eso lo hacemos respetando a los animales, lo cual nos permite conseguir índices de producción y de productividad suficientes para suplir las necesidades de alimentos de origen animal que tienen todos los ecuatorianos”.
Montilla asegura que “como sector, estamos más unidos, más fuertes y más conscientes de nuestro rol. Hemos logrado responder a la sociedad los requerimientos que tiene de saber de dónde vienen sus alimentos y cómo son tratados los animales”.
“Yo creo que tenemos varios aprendizajes: nos mantenemos unidos y activos como sector, trabajando por comunicar las cosas que hacemos.
“También, casa adentro, siempre la mejora continúa. La industria de producción animal, en todos sus pilares, viene trabajando muy fuertemente”.
Héctor Montilla
Mantener y fortalecer la comunicación con nuestros clientes y dar respuesta a sus inquietudes. Así ha sido en el tiempo, seguramente la evolución de la producción va a responder también a las mejoras tecnológicas que se están dando en todo el mundo”.
CUESTIONAMIENTOS A LA PROTEÍNA ANIMAL SE ORIGINARON EN CORRIENTES INTERNACIONALES
Ecuador ha logrado avances significativos en un tema que no surge de manera exclusiva en este país. Montilla sostiene que la intención de estigmatizar al sector productor primario, agropecuario, rural, empleando banderas animalistas extremistas, no responde solo a un fenómeno local, ni nacional, sino que ocurre a escala global.
“Hemos estado en contacto con destacados profesionales de España y de otros sectores de Europa, que trabajan en este tema de bienestar animal y en general de la producción.
Ellos son muy críticos, desde el punto de vista profesional y productivo, sobre lo que está pasando en Europa, donde desde hace varios años se impulsa la implementación de normativas en la Comunidad Europea, que los sistemas de producción la han ido asimilando, sin que esto haya significado en un primer momento una limitación para seguir produciendo … pero hay nuevas normativas que están por entrar en vigor, que han puesto realmente contra la pared a varios sectores productivos de Europa.
Por ello vimos este año y el pasado, manifestaciones importantes en sectores productores agrícolas de Holanda, Alemania, España. Los diputados del Parlamento Europeo han escuchado este llamado y han puesto freno sobre algunas de estas normas”.
Carlos Buxade, académico de Número de la Real Academia de Doctores de España, sostiene que en este país europeo, existe una “caída importante en el consumo de productos pecuarios tradicionales como carne, leche, huevos, etcétera”, que hace cinco años hubiese sido impensable.
“Yo creo que el principal motivo es que hay muchos intereses económicos en contra de la producción animal adecuada, con bienestar animal zootécnico, con una sostenibilidad cuatripartita.
Porque aquí lo que hay es un mercado creciente de bocas que alimentar y quieren hacerlo a través de los productos de cultivo y los productos plant-based. Y hay enormes cantidades de dinero en ello”.
Buxade afirma que las Reales Academias en España son “sitios donde hay una gran calidad de conocimiento, pero no son consideradas para nada, como tampoco la universidad”.
Jaime Lamo de Espinosa, académico de honor de la Real Academia de Ciencias Veterinarias de España (RACVE) y miembro de la Academia de Agricultura de Francia, afirma que “en Francia es bastante frecuente que el Gobierno, el Ministerio de Agricultura, consulte a la Academia de Agricultura”. Opina que esto no ocurre en España.
Ambos expertos coinciden en que la actualización de la normativa para la Unión Europea debe ser participativa y tomar en cuenta el punto de vista de diversos sectores, que pueden hacer aportes importantes.
Les preocupa que la rentabilidad de la industria pueda verse afectada. Buxade menciona que “actualmente, la rentabilidad de una empresa familiar, después de impuestos, es del cuatro por ciento”.
Mientras tanto, se ha popularizado la comercialización de leches, carnes y otros productos con la etiqueta de “bienestar animal”, “una figura que vende, pero no representa la realidad de la granja” y que considera “parámetros que no miden realmente el bienestar animal zootécnico”.
A diferencia de Ecuador, en el viejo continente no se avizora aún un consenso en este sentido. Continúa el debate en aras de buscar alternativas en beneficio de la humanidad, por supuesto en un marco de respeto al bienestar animal.
