Entre diciembre de 2020 y febrero de 2021, se notificaron un mil 22 detecciones del virus de la influenza aviar altamente patógena (IAAP) en los 25 países de la Unión Europea y en el Reino Unido, de los cuales 592 casos corresponden a aves de corral y 421 a aves silvestres, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
Debido a la importancia del tema, la Asociación de Médicos Veterinarios Especialistas en Avicultura del Ecuador (Amevea-E), lo incluyó dentro del Seminario sobre las enfermedades de las aves.
Christian Vinueza, conferencista, se refirió a la salmonella gallinarum que afecta a los aves, y a la salmonelosis, que causa problemas de salud a las personas.
En el mundo existen dos mil 500 serotipos de salmonela atípicos y dos serotipos altamente patógenos que afectan las aves de corral, que son: la ‘pullorum’ y ‘gallinarum’. La primera genera mortalidad en aves jóvenes; es decir, en las primeras semanas de vida, y la segunda en las aves longevas y en ponedoras.
Las bacterias se adaptan a las condiciones de producción avícola. Pueden sobrevivir en el medio ambiente y formar estructuras, en las que se protegen para seguir desarrollándose. La salmonella coloniza el tracto gastrointestinal y los órganos más profundos de los pollos, incluyendo el ovario y el oviducto, a través de los cuales transmiten esta bacteria a los huevos en formación. Esta enfermedad provoca un decrecimiento de la producción y aumento de la mortalidad avícola.
Vinueza estimó fundamental el diagnóstico y un monitoreo permanente, para identificar los puntos más problemáticos y reforzar los sistemas de limpieza, desinfección y de bioseguridad. Así se previene la contaminación en los diferentes espacios de la industria avícola como plantas de producción y post-producción.
Contagios al consumidor
La enfermedad también se transmite a los seres humanos, a quienes consumen carne de pollo en malas condiciones o no manipulan adecuadamente el producto. Los síntomas más habituales de la salmonelosis son de tipo gastrointestinal, como la gastroenteritis, que incluye diarrea, náuseas, vómitos, fiebre, malestar general, dolor de cabeza y muscular.
Según la Organización Mundial de la Salud, “la prevención exige medidas de control en todas las etapas de la cadena alimentaria. La normativa se encarga de asegurar que desde la producción, tanto agrícola como ganadera se cumplan con una serie de medidas que garanticen la seguridad alimentaria”.
Allí radica la importancia de adquirir productos de calidad, cocinarlos a temperaturas altas y no utilizar los mismos utensilios en vegetales y cárnicos.
Vinueza mencionó que en el país existen normas INEN para los productos cárnicos y procesados. Lamentablemente, no se las cumple y no hay una entidad que se encargue de su control.
La enfermedad por salmonela, o salmonelosis puede ser grave y es más peligrosa para ciertas personas, especialmente las que tienen un sistema inmunitario débil.