A escala mundial, los protocolos de bioseguridad en las granjas porcinas se incrementan; los porcicultores toman medidas, al igual que las autoridades para impedir que la Peste Porcina Africana (PPA) cause grandes afectaciones. En aquellos países donde no existe la PPA hay mayor preocupación por la presencia del virus, pues las consecuencias son devastadoras.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) realizó un amplio estudio sobre la enfermedad y sugiere algunas medidas de solución.
“El agente causal de la PPA es un arbovirus ADN, con envoltura, citoplasmático y bicatenario, que es el único miembro de la familia Asfarviridae. Según estudios recientes se informó de la clasificación de 32 cepas del virus de la PPA en ocho serogrupos diferentes”, refiere la FAO.
Agrega que, sin embargo, la caracterización genética de todas las cepas aisladas de virus de la PPA, conocidas hasta el momento, han mostrado 23 genotipos geográficamente relacionados con numerosos subgrupos, lo que pone de relieve la complejidad de la epidemiología de la PPA.
El virus se transmite de una explotación a otra, por el desplazamiento de animales, equipos y la alimentación con materiales infectados, entre otros. Esta vía de transmisión requiere la presencia continua de grandes poblaciones de cerdos para que el virus permanezca en circulación. También puede propagarse por contacto directo por vía oronasal (boca y nariz) tras el contacto con las excreciones de los cerdos infectados; por ingestión de carne de cerdo u otros productos contaminados, o indirectamente a través de fómites (material carente de vida: ejemplo, el vehículo).
Periodo de incubación
Representa el tiempo que transcurre desde la infección; es decir, cuando el virus entra en el cuerpo del animal hasta el momento en que este muestra signos clínicos. En el caso de la PPA, el período va de cuatro a 19 días, dependiendo del virus, del huésped y la ruta. La excreción del virus puede comenzar hasta dos días antes de la aparición de los signos clínicos.
El período en que el cerdo disemina el virus puede variar de acuerdo con la virulencia de la PPA. Los cerdos infectados con cepas menos virulentas pueden seguir siendo infecciosos durante más de 70 días, después de la infección.
También, los científicos han demostrado que ciertos insectos pueden retener y transmitir el virus de la PPA durante, al menos, 24 horas después de alimentarse de un cerdo enfermo.
La PPA suele propagarse lentamente dentro del ganado y algunos animales pueden no resultar afectados. En un entorno adecuado y rico en proteínas, el virus de la PPA es estable.
Los signos clínicos asociados con la infección por el virus de la PPA son variables y dependen de diversos factores: virulencia del virus, raza porcina afectada, ruta de exposición, dosis infectante y estado de endemicidad en la zona, explica la investigación de la FAO.
Al no existir una vacuna, la detección precoz rápida y fiable de la enfermedad es esencial para la aplicación de medidas estrictas de control sanitario y de bioseguridad y así evitar la propagación de la enfermedad.