Martín Zapién
Estudiante de Maestría en el Centro de Investigación y Educación de Indian River, Universidad de Florida, Fort Pierce, Estados Unidos.
jmzapien92@gmail.com

Eduardo Esteves
Investigador Asociado en el Centro de Investigación y Educación de Indian River, Universidad de Florida, Fort Pierce, Estados Unidos.
eduardoesteves1@gmail.com

Ecuador es un país megadiverso con diferentes regiones que, como pocos en el mundo, dispone de varios tipos de suelos y microclimas. Esto lo convierte en un territorio de gran potencial para la producción de arándanos de alta calidad: una pequeña baya o berry de color azul que crece sobre un arbusto perenne, nativo de Norteamérica.

Es considerado un súper alimento debido a su alto contenido de fibra, vitaminas, minerales y sobre todo antioxidantes, que han ganado relevancia en la prevención y tratamiento de múltiples enfermedades como el cáncer y otras.

La región Costa y su ascenso hacia la Sierra se consideran un área con altas posibilidades de desarrollar este cultivo, debido a que sus temperaturas no son extremas (entre 15 y 35 grados), la humedad relativa es moderada (entre 75 y 85 %) y las precipitaciones anuales en algunas zonas no son excesivas (menos de 1500 mm por año).

En la región Costa, debido a su régimen de precipitación estacional (entre diciembre y mayo), existe el potencial de explorar ventanas de mercados poco convencionales para los actuales demandantes internacionales de arándanos.

La región Amazónica de Ecuador, por ahora, no se vislumbra con óptimas cualidades para el cultivo de arándanos, debido a las altas precipitaciones y elevada humedad relativa que afectarían la producción y la calidad del fruto.

Por otra parte, la región Sierra (en altitudes entre 1500 y 3000 msnm) podría representar una zona potencial con fruta de excelente calidad. La experiencia indica que las noches con temperaturas templadas (entre 10 y 20 °C), durante el desarrollo del fruto, permiten una mayor concentración de azúcares en la fruta.

Pero, la producción en regiones con esas características presenta un riesgo de pérdidas por heladas y/o granizadas, además de que la planta se desarrolla de una manera más lenta, en comparación con regiones más cálidas.

La producción de arándano es un negocio que está creciendo considerablemente en el mundo y Ecuador posee ideales condiciones climáticas y recursos naturales para producir esta fruta. La incursión de Ecuador en este cultivo, puede generar un impacto positivo en la economía, generando fuentes de empleo, dinamizando el comercio y aumentando las exportaciones no petroleras.

Esto se puede lograr de la mano de la empresa privada, asociando al productor ecuatoriano con marcas comerciales internacionales ya establecidas, que proveen genética, métodos de producción y mercado.

Características

La planta de arándano (Vaccinium spp.) tiene una altura de entre 0.15 m hasta 4 m. Está conformada por una serie de tallos (cañas) que emergen desde la base (corona) y que se auto sostienen formando un soporte de madera, a partir del segundo año de crecimiento.

Al ser considerado un súper alimento, la producción global ha experimentado un acelerado crecimiento durante los últimos 20 años. El boom de los arándanos se ha extendido comercialmente a 27 países en el mundo. Estados Unidos y Canadá son los mayores productores, concentrando más del 80% de la producción global (FAO, 2021).

Las variedades de mayor interés para zonas tropicales son los arbustos altos del sur, como la variedad ‘Biloxi’, que está ampliamente distribuida en zonas de clima cálido y que no concentran horas frío (<7 °C), por lo que la planta se mantiene sin perder su follaje durante todo el ciclo (evergreen). Lo anterior es determinante en la selección de variedades, ya que estas condiciones establecen los periodos de floración, productividad y época de cosecha.

Los arándanos son plantas estrictamente adaptadas a suelos de pH ácido (entre 4.5 y 5.5), por lo que su fertilización nitrogenada está más inclinada a fuentes amoniacales (urea, sulfato de amonio, entre otros).

Su sistema de raíces es relativamente superficial (más del 80 % se encuentra a menos de 36 cm de profundidad) y carece de pelos absorbentes, por lo que requieren suelos sueltos, bien drenados, con adecuada cantidad de materia orgánica y buen contenido de humedad.

La frecuencia de riego, volumen y periodo de irrigación son factores cruciales para optimizar la eficiencia del empleo del agua en el cultivo y lograr buenos rendimientos. En regiones donde no se encuentran tales condiciones de manera natural, tradicionalmente se preparan los campos adicionando enmiendas a base de azufre (para mantener un pH de suelo ácido), corteza de pino y distintas fuentes de materia orgánica para lograr condiciones adecuadas que permitan una óptima producción.

El cultivo de arándanos tiene mucha investigación y actualmente existen novedosas prácticas agrícolas, como es la producción en macetas con sustratos, especialmente en regiones donde no hay las condiciones adecuadas de suelo, para su producción.

Para una producción de arándanos más eficiente, comúnmente, se instalan macro túneles con cubiertas plásticas que permiten una protección contra agentes externos (granizo, daños mecánicos causados por pájaros y/u otros animales) y un mayor control de la humedad relativa, importante para prevenir pérdidas por hongos.

El Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), junto con las entidades financieras correspondientes, tiene una gran oportunidad para darle un impulso al sector agrícola y en general a todo el país.

El arándano tiene mayor éxito en las provincias de la Sierra

Este cultivo se inició en el país el 2015 con un pequeño grupo de emprendedores. Actualmente, 23 socios conformaron la Federación Ecuatoriana de Productores y Exportadores de Arándano (Fepexa).

Alrededor de 50 hectáreas están dedicadas al cultivo de esta fruta, en Carchi, Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua y Azuay. En la Costa se realizan ensayos y pruebas con distintas variedades, en Santa Elena, El Oro y Manabí.

Sebastián Muñoz, coordinador de la Fepexa, indicó que la producción anual es de alrededor de 130 toneladas, que se comercializan con alto valor en el mercado local. El kilo de arándanos cuesta entre nueve y 13 dólares. En cambio, en el extranjero, el precio está entre seis y ocho dólares el kilo. Sin embargo, los nuevos cultivos se proyectan a los mercados internacionales.

Para impulsar el cultivo de esta fruta, los productores, la Fepexa y el MAG trabajan en un macro proyecto para el levantamiento de información que determinará con exactitud el hectareaje destinado a este cultivo. Además, existen mesas técnicas de trabajo, con el fin de definir costos de producción, etc. Se han desarrollado dos talleres con la participación de productores asociados, el MAG, Agrocalidad, el Ministerio de la Productividad, el Iniap y BanEcuador, para articular objetivos comunes.

“Nuestro país, en poco tiempo, ingresará al mercado exterior con una fruta de calidad premium”, enfatizó Muñoz.