Toda unidad material se encuentra en constante movimiento, generando vibraciones, que se traducen en frecuencias naturales que pueden ser aplicadas a organismos externos a ella, afectándolos positivamente.
La tecnología Crop Booster se basa en que estas frecuencias naturales, producidas por la vibración de los átomos de la misma planta, influyen física y químicamente en su salud y rendimiento. Las condiciones externas, que son adversas a la planta, pueden alterar estas frecuencias, produciendo un deterioro en el ciclo de crecimiento y maduración de una planta.
De esta manera, la tecnología ajusta las frecuencias ideales para que las moléculas de las plantas logren armonía con ellas y las vuelvan a su estado natural. Esta tecnología podría compararse con la labor de afinamiento del motor de un automóvil, en donde el mecánico lo deja como si estuviese “cero kilómetros”.
Las frecuencias naturales, producidas por la vibración de los átomos de la misma planta, influyen física y químicamente en su salud y rendimiento.
Yamily Pérez, representante de Organiko Latam para Colombia, Ecuador, Venezuela y Bolivia, refirió que esto es gracias a la investigación del creador de Crop Booster, que consiguió almacenar en microtransmisores más de tres mil frecuencias naturales específicas que requiere la planta para su óptimo funcionamiento, sin necesidad de una fuente de energía para ser transmitidos.
Es por ello que hay una eficiencia en la absorción de los nutrientes del suelo y del agua, lo que permite una mejor calidad en el proceso fotosintético. La tecnología oxigena el suelo y ayuda a que las raíces crezcan y capten en menos tiempo los nutrientes.
Estas frecuencias se transportan mediante el agua, ya que por sus características, es un conductor natural. Los microtransmisores son instalados en la tubería de riego y, al momento de circular el agua y producir el roce, las frecuencias son transportadas y absorbidas por la planta, sin afectar las características químicas del líquido. El resultado de este proceso es una alimentación óptima, desarrollo metabólico eficiente y mejora de las defensas, frente a un ente externo, sea este una enfermedad o plaga.
La finalidad de esta tecnología es que los agricultores obtengan cultivos sanos y fuertes, respetando el entorno en donde crecen las plantas y utilizando tecnología limpia, sin la necesidad de “forzar” el cultivo para alcanzar buenos rendimientos.
Pérez explicó que actualmente, Crop Booster tiene más de 250 instalaciones en toda Sudamérica, en cultivos de frutales, hortalizas y productos extensivos; a su vez, es importante resaltar que esta tecnología es transversal a cualquier cultivo, mejorando dos factores muy importantes: la fotosíntesis, por ende la producción, la calidad y la cantidad en los cultivos, y una mejora evidente en la salud del suelo cultivable.