El precio del quintal de maíz amarillo duro está fijado en 14,60 dólares, con 13% de humedad y 1% de impurezas en bodega vendedor.
El maíz amarillo duro es materia prima indispensable para la elaboración de alimento balanceado para la generación de proteína animal: carne de pollo, de cerdo, además de la producción de huevos.
El precio mínimo de sustentación actual, según el Acuerdo Ministerial No. 017, de 05 de febrero de 2021, es de 14,60 dólares por quintal (45,37 kg) de maíz amarillo duro con 13% de humedad y 1% de impurezas en bodega vendedor.
Para verificar el cumplimiento, el exsubsecretario de Comercialización del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Alex Ibarra, indicó que se “realiza un monitoreo constante, mediante operativos en conjunto con las direcciones distritales y otras instituciones públicas”.
Añadió que se han realizado todas las mesas técnicas y Consejo Consultivo que ordena el Acuerdo Ministerial 134, de 2013, el cual regula la comercialización de la cadena de maíz amarillo duro. “De esa forma, se mantiene contacto directo con los actores de la cadena, quienes realizan sugerencias para el desenvolvimiento del rubro”, dijo.
Pero a Diana Espín, directora Ejecutiva de la Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador (Conave) le preocupa que el Gobierno, a través del MAG, no tome acciones para frenar la especulación del maíz amarillo duro. Aseguró que el quintal se cotiza en el mercado a 18 dólares, promedio.
Agregó que a esto se suma, la escasez para cubrir los requerimientos del sector avícola. “En el Gobierno anterior se aprobó, únicamente, la importación de 60 mil toneladas de maíz cuando la necesidad del sector es de 150 mil toneladas”, mencionó.
Para Alex Ibarra, las normas contenidas en el Acuerdo Ministerial No. 134, de 26 de marzo del 2013, que estableció el Reglamento de Comercialización del Maíz Amarillo Duro, serán “de aplicación para las personas y jurídicas cuya gestión productiva esté vinculada a la comercialización de maíz amarillo, de alimentos balanceados y los productores de proteína animal, a nivel nacional”.
Agregó que las importaciones se autorizan luego de analizar la oferta y demanda, como lo determinan los artículos 21 y 22 del mencionado Acuerdo Ministerial.
Espín consideró que para compensar el desfase existente se debería autorizar la importación de trigo, medida que ayudará a reducir el precio del maíz amarillo duro. Expresó que la propuesta fue planteada a las autoridades del MAG, pero aún no reciben respuesta. Hasta tanto, las empresas adquieren el maíz a precios por encima del oficial, “porque el grano se encuentra en manos de los especuladores y de los intermediarios”.
Además, se cuestiona la inexistencia de información real sobre la producción real de maíz amarillo duro, al igual que no se conoce la cantidad de grano que se emplea en la industria, así como para el consumo de las familias, etc. Desde la Subsecretaría de Comercialización se informó que la superficie plantada es de 278 mil 12 hectáreas, con un promedio de producción de 4,31 toneladas por hectárea. Esto generaría una producción de un millón 198 mil 231 toneladas. Cabe recalcar que el 60% de maíz sirve para la producción del balanceado.
La Corporación de Maiceros de Manabí no compromete su producción a un solo comprador; por el contrario, han abierto un abanico de posibilidades para que cualquier industria o empresa adquiera su producto.
Duplicar producción
Consideró que la organización que han alcanzado en Manabí les permite obtener una excelente producción en ciclo de invierno, con la adquisición de tecnología, equipos y secadoras, les permitiría tener dos cosechas al año. Pero esta es una tarea que se ve limitada por la falta de agua.
“Con un riego adecuado adelantaríamos el nuevo ciclo de cosecha y se podría duplicar la producción de maíz”, señaló. Quimis hizo un llamado al Gobierno para que se les dote de maquinaria para perforar pozos que genere el suficiente líquido vital para producir en mayores volúmenes.
Reseñó que el proceso de siembra y cosecha demora alrededor de seis meses, y en el tiempo restante los terrenos son trabajados de manera manual. “El julio se descansa un poquito y en septiembre se empieza a limpiar el terreno nuevamente para el siguiente cultivo, pero sí sería importante la ayuda del gobierno para que los agricultores no nos quedemos sin trabajo dos o tres meses mientras inicia el nuevo periodo de labranza”, detalló
Manabí da pasos importantes en la producción de maíz
Desde hace casi diez años, la provincia de Manabí ha dado pasos importantes y va en la dirección correcta para producir un maíz de alta calidad.
Una muestra de ello es el testimonio de Joffre Quimis, presidente de la Corporación de Maiceros de Manabí (CMM), quien aseguró que los agricultores de esta región están a la par de sus colegas de Guayas y Los Ríos.
En Manabí aprovechan la época lluviosa con lo cual solo pueden producir una vez al año, en contraste con lo que ocurre en Guayas y Los Ríos donde se puede sembrar, incluso en verano, por la cercanía de ríos y cuencas hidrográficas.
Sin embargo, para este líder gremial, la ventaja de producir la gramínea una sola vez al año permite que el grano cumpla el proceso fisiológico, se seque en su propia mata y con ello se obtiene un maíz de mejor calidad que puede ser comercializado a un valor más alto.
En su opinión, no ocurre lo mismo con los sembradíos y la cosecha que se realiza en las otras dos provincias costeras. Quimis explicó que, aunque en Guayas y Los Ríos tienen acceso a dos producciones al año, al final obtienen un maíz con alta humedad lo que ocasiona daños y la merma por la calidad.
Más beneficios
El dirigente dijo que, a los beneficios de producir un maíz de calidad, se suma que el trabajo de siembra y cosecha se realiza entre familia, amigos, y compañeros cercanos. Esto facilita la mano de obra y permite dinamizar la economía de la provincia.
En el último periodo sembraron casi 30 hectáreas con una producción equivalente a 200 quintales por hectáreas (alrededor de 9 toneladas). Se trata de un volumen de producción que sí justifica el trabajo anual.