Ser sigilosos, aplicar con rigurosidad las medidas de bioseguridad, y reportar cualquier sospecha y sintomatologías en explotaciones porcícolas, para evitar que la Peste Porcina Africana (PPA) ingrese y se disemine en el Ecuador, recomendó Javier López, gerente de la Línea Cerdos de la empresa Procesadora Nacional de Alimentos (Pronaca). Esta advertencia hizo a porcicultores y productores, luego de que esta patología fue reportada en República Dominicana.
La PPA no es zoonótica (no contagia a los seres humanos), pero produce un alto impacto económico en la industria y genera grandes perjuicios al sector porcino.
Es una enfermedad altamente mortal y puede presentarse de una manera crónica, con alta virulencia y morbilidad. Aún no existe una vacuna para combatirla. En 2019 se presentó en Asia, Europa y África.
La Peste Porcina Africana tiene características diferentes a la Peste Porcina Clásica (PPC), frente a la cual, en Ecuador, los productores trabajan desde hace varios años en la aplicación de las vacunas para controlar la enfermedad y eventualmente lograr el objetivo de llegar a ser exportadores de carne de cerdo a países como China, además de que se ha logrado ya un importante espacio en el mercado interno.
Sobre las previsiones adoptadas para afrontar un eventual ingreso de la PPA, el gerente de esta línea de Pronaca respondió que la industria porcina debe incrementar sobre todo la bioseguridad en sus predios, para seguir creciendo de una manera importante en el país.
Para la empresa es un reto continuar con la línea de prevención ya que siguen aprendiendo y enfrentando a otros virus y enfermedades mediante medidas de bioseguridad y cuarentenas.
Recomendó al porcicultor actuar, no luego de la enfermedad, sino antes, e incluso anticiparse a ella. “Todos quienes conformamos la industria debemos ser muy conscientes de la amenaza que implica la peste porcina africana y evitar al máximo que ingrese a nuestro país”, señaló.
Alertó que sería “muy grave” y “complicado” si esta patología se llegara a presentar en el país o en otros países del continente.
Dijo que, de acuerdo con varias estadísticas, en Asia hubo una disminución de inventario de animales por su alta mortalidad. “Para la industria nacional sería un retroceso y un freno muy fuerte por la agresividad que representaría la enfermedad”, advirtió.
Forma de contaminación
Insistió que, si bien la PPA no es zoonótica, somos los seres humanos los que podemos trasladar la enfermedad de un territorio a otro por la importación y traslado en ocasiones involuntario de productos, materias primas, equipos, vestimenta, calzado, o rompiendo la bioseguridad al ingresar a una granja.
Agregó que si la industria nacional hace todo lo posible para que la enfermedad no llegue al país, no se descarta obtener una ventaja competitiva frente a otros países productores de carne de cerdo, como República Dominicana que hoy presenta una alta afectación en su productividad.