Los porcicultores deben pensar en las necesidades de los clientes, así como en el bienestar de los animales y del medio ambiente.
Para lograr una exquisita y saludable carne de cerdo es fundamental la calidad en la alimentación de los animales. La dieta representa alrededor del 55 al 80 por ciento del costo total de la producción.
Según el informe Livestock and Poultry: World Markets and Trade, elaborado por el Departamento de Agricultura de los E.UU., se estima que la producción mundial de carne de cerdo para 2023 alcanzará los 114 millones de toneladas. En tal virtud, se debe producir carne, conforme a la demanda de los clientes.
Actualmente, se fijan en que el animal reciba un buen trato, tenga una excelente alimentación y la crianza no implique afectación a la naturaleza.
Generalmente, los productores alimentan a los cerdos con balanceado que contiene proteína, vitaminas, minerales, fuentes de energía, conforme a las necesidades de los animales. En la dieta se incluye granos de cereales, de maíz blanco o amarillo, soya, arroz, trigo, cebada, quinoa, plátano, papa cocida y melaza de caña.
“Para producir en un mercado basado en la demanda, los productores deben responder a las expectativas de sus clientes sobre la forma de producir los animales, que incluye: buen estado de salud y bienestar del animal, impacto mínimo sobre el medio ambiente”, destacó Marijke Aluwé, en el portal nutriNews.com
La especialista realizó un análisis sobre los factores extrínsecos como los intrínsecos en la alimentación de los cerdos.
El empleo de niveles farmacológicos de óxido de zinc (ZnO) es muy eficaz para combatir la diarrea del destete, pero la excreción de zinc es perjudicial para el medio ambiente.
Igualmente, el uso de fósforo es óptimo para la mineralización ósea, pero una excreción excesiva de este componente conduce a la eutrofización (aporte en exceso de nutrientes inorgánicos, procedentes de actividades humanas).
El aumento del contenido de grasa puede favorecer el sabor, pero disminuye la eficiencia. El calcio y otros minerales son vitales para la salud de los huesos y sirven para la inmunomodulación (cambio en el sistema inmunitario del cuerpo causado por sustancias que activan o debilitan su función).
Asimismo, el óxido de zinc, en dosis recomendadas por un veterinario, es ideal cuando se presenta una diarrea posdestete. Para esta etapa, la experta recomendó una alimentación por debajo de los requerimientos para un crecimiento óptimo, y así reducir el riesgo de alteraciones gastrointestinales.
Todos los ingredientes se procesan para optimizar la digestibilidad de los nutrientes. Estos pasos pueden incluir: la molienda, la expansión, la extrusión, la peletización. Cada uno cumple una función específica, para mejorar la alimentación de los animales.
En sí, una buena alimentación de los cerdos puede aumentar la resiliencia de los animales a enfermedades.