La producción nacional satisface en un 99% la demanda de cortes. El sector se ha modernizado, para ofrecer carne de calidad y su proyección es exportar, pero existen limitaciones.
La porcicultura en el Ecuador sigue firme y desarrollándose, a pesar de los múltiples problemas y amenazas que afronta el país y el mundo.
Los productores logran salir adelante y tienen grandes expectativas para el presente año y para el futuro. Paúl Parra, presidente de la Asociación de Porcicultores del Ecuador (ASPE), efectuó un balance de la actividad y los retos que tiene el sector.
El 2022 no fue tan bueno para la industria porcícola, como en décadas pasadas. Se registró un crecimiento del 2%.
Los productores aspiran recuperar el mercado y lograr un incremento del 7 y 8%, siempre que no existan complicaciones externas.
Sin embargo, les preocupa algunas dificultades, que están presentes, como la Peste Porcina Africana (PPA), que afecta al mundo. Al Ecuador no ha llegado, gracias a los esfuerzos de todos los países, que lograron bloquear el avance de la enfermedad.
Además, al sector le intranquiliza la presencia de la Peste Porcina Clásica (PPC), porque no se logra erradicar. El país debería estar libre de esta enfermedad hace dos años, pero se mantienen algunos focos, por lo que continúan las campañas de vacunación y los productores exigen a las autoridades mayor control en las fronteras, porque ingresan cerdos vivos desde los países vecinos.
Los animales llegan a las granjas pequeñas y se nacionalizan e incluso se faenan en los camales municipales. Durante siete años se implementó estas medidas y se redujeron los focos de PPC, en un 82%.
“Los controles son difíciles, porque las autoridades sanitarias no tienen los recursos económicos y las acciones de vigilancia se debilitaron”, aseguró el presidente de ASPE.
Mientras que el resto de enfermedades, que afecta a la porcicultura, se mantienen bajo vigilancia. “Esta situación sanitaria nos permite proyectarnos a exportar nuestros productos”, manifestó Parra.
Mejora pese a las adversidades
Mientras no mejoren los niveles sanitarios en el sector y no exista competitividad, la carne de cerdo ecuatoriana será la más cara de la región, razón por la cual se vuelve atractivo el comercio ilegal.
Según Parra, es complejo disminuir costos en la producción porcícola, debido al aumento de la materia prima. Por ejemplo, el maíz se adquiere entre 22 y 23 dólares el quintal.
Otro tema que preocupa es la autorización de cupos para la importación de productos de carne de cerdo por parte de las autoridades respectivas.
En 2021 ingresaron al país tres mil 500 toneladas de cuero y grasa, y 400 toneladas de cortes, principalmente para las cadenas internacionales, mientras que en 2022 se importó cerca de seis mil toneladas. “Se otorgaron permisos de forma indiscriminada en perjuicio de la producción nacional”, mencionó Parra.
A criterio del representante de ASPE, la porcicultura ecuatoriana está llegando a un nivel de eficiencia, porque tiene niveles de producción altos, similares o mejores a los de otros países, con los cuales se puede competir.
También, existe el cumplimiento de las normas ambientales. Ahora, todos los procesos se manejan conforme a los requerimientos de las autoridades.
“Considero que podemos exportar. El Gobierno actual nos abre caminos, a través de la firma de varios acuerdos comerciales con Costa Rica, China, Corea, EE.UU. y otros países.
Lamentablemente, con México y con la Alianza del Pacífico no se tuvo el éxito esperado, pero esos mercados no eran atractivos. Queríamos protegernos, porque sus economías son más desarrolladas”, expresó Parra.
Luego de la firma de los acuerdos comerciales, los porcicultores podrán buscar mercados y clientes, así como encontrar los esquemas internos de producción, economías de escala, costos marginales, etc., que permitan el ingreso de materias primas a bajo costo y, de esa forma, disminuir el precio de la carne.
Además, les inquieta las normativas de grupos animalistas que ponen en riesgo la producción, porque quieren imponer tendencias de alimentación libres de proteína animal.
Pese a todo, el sector porcícola se desarrolla en el país. Una de las fortalezas son las zonas con buen clima, idóneas para producir carne de cerdo durante el año.
Otra fortaleza es el crecimiento de la producción tecnificada, para lo cual se realizó importantes inversiones en genética, tecnología y buenas prácticas de producción.
El resultado es una carne de calidad, que se equipara al producto de países desarrollados.
Oportunidades y limitaciones
La producción de carne de cerdo en 2022 alcanzó las 206 mil toneladas.
En 2022, la movilización indígena generó una gran afectación en el sector productor, así como el alza del precio de las materias primas a consecuencia de la situación mundial entre Ucrania y Rusia, principales proveedores de trigo. Esto ocasionó que varias granjas no puedan sostener su producción.
En cuanto a las oportunidades que tiene el sector, la exportación es una de las más importantes.
Ecuador puede aprovechar los convenios comerciales para realizar encadenamientos productivos con países vecinos, fomentando el desarrollo de proyectos de asociatividad e integración entre productores pecuarios y plantas de faenamiento.
También, el sector trabaja para incrementar el consumo per cápita de la carne de cerdo en base a casos de éxito de otros países.
En cambio, entre las debilidades están: la producción de traspatio, donde se desconoce sobre las buenas prácticas de producción porcina; los altos costos de inversión y de producción (mano de obra y materias primas).
Además, existe una inadecuada política pública para el fomento de la porcicultura tecnificada y competitiva en el Ecuador, especificó Parra.
Consideró que “todavía hay mucho trabajo por hacer”. Ante esto, “desde ASPE creemos que la unión nos trae beneficios.
La Asociación busca fortalecer las capacidades técnicas de los porcicultores por medio de capacitación permanente, socialización de buenas prácticas o medidas de bioseguridad, fomento al consumo de carne de cerdo, levantamiento de información para la toma de decisiones, etc.”.
La producción de carne de cerdo en 2022 alcanzó las 206 mil toneladas.