Cuando existe mayor temperatura en el ambiente, aumenta la presencia de plagas. Todas las medidas están enfocadas a la prevención para lograr una producción sana y rentable.
En el mundo se cultivan más de 380 millones de toneladas de papa al año (International Potato Center, 2019). Este tubérculo es el tercero de importancia entre los alimentos primordiales después del arroz y el trigo. Sin embargo, es vulnerable a varias plagas y enfermedades.
Por su importancia, el Instituto Entoma, centro académico y científico que inició sus actividades en 2016 en Colombia y tiene profesionales en diferentes ramas de las ciencias, ingenierías y producción audiovisual, organizó el seminario online: “Plagas de la papa, enemigos silenciosos”.
En este seminario, varios expertos abordaron cuatro principales plagas de este cultivo: gusano blanco o gorgojo de los Andes, mosca minadora, paratrioza y polilla guatemalteca.
Además, mencionaron las herramientas de control de poblaciones, así como la importancia de un manejo oportuno antes de que sea tarde y se pierda la producción.
Diana Basto, directora Ejecutiva de Entona; María Alejandra Melo, coordinadora de proyectos, y Edison Torrado, CEO-fundador del Instituto, disertaron sobre la temática. En primera instancia, se refirieron a la biología y estrategias de vida de cada plaga y después plantearon algunas alternativas para disminuir la presencia de estos insectos, que perjudican la producción del tubérculo.
Todos coincidieron en la necesidad de aplicar la prevención en los cultivos, para lo cual es importante la capacitación y el conocimiento de los pequeños, medianos y grandes agricultores.
Gusano blanco
El gusano blanco o gorgojo de los Andes es considerado como una de las plagas más peligrosas del cultivo de papa. Su presencia en los campos provoca cuantiosas pérdidas económicas. Las larvas perforan el tubérculo, formando túneles en los que depositan sus excrementos y dañan el cultivo, así como la calidad para su comercialización. A pesar de todos los esfuerzos para disminuir sus poblaciones, esta especie sigue afectando al cultivo.
Mosca minadora
La mosca minadora es un insecto que se alimenta y reproduce fácilmente. En su estado adulto es una pequeña mosca que se encuentra reposando sobre las hojas. El ataque de minador retrasa el crecimiento de las plantas y altera su estructura. Para el control efectivo de esta plaga se realizan cada 10 a 15 días, aplicaciones foliares con químicos.
Paratrioza
Mientras que la paratrioza es un pequeño insecto de la familia de las chicharras. Esta plaga chupadora se caracteriza por inyectar sustancias tóxicas, que provocan que la planta se adquiera un color amarillo.
Polilla guatemalteca
Igualmente, la polilla guatemalteca provoca graves daños al cultivo. El insecto tiene un ciclo de vida de cuatro fases: huevo, larva, pupa y adulto. Cada uno se completa entre 60 y 65 días, según las condiciones ambientales. La temperatura más favorable para su desarrollo es de 15 grados centígrados. Para combatir esta plaga es conveniente utilizar semillas certificadas, sembrar a una profundidad mayor de la habitual, rotación de cultivos y quemar las podas.
Indispensable combatir las plagas
Para ello, los expertos recomiendan un monitoreo permanente de los cultivos y muestreos constantes, por lo menos una vez a la semana, con el fin de tomar los correctivos a tiempo y de manera adecuada.
Una de las alternativas es colocar trampas en los sembríos para atrapar a los machos. Lo recomendable es instalar cuatro trampas por hectárea, pero se puede aumentar a ocho, dependiendo de la necesidad. Estas trampas deben situarse antes de la floración a 30 o 40 centímetros de alto. Son recipientes especiales, donde se ubica feromonas sexuales. De esta forma, se puede contabilizar cuántos individuos existen en la parcela.
Hay otro tipo de trampas para los minadores. Se trata de cintas pegantes de color amarillo de 40 cm por lado, que se colocan en el terreno. No obstante, las trampas no sirven todo el ciclo de cultivo; hay que revisarlas por si tienen pegante o si están llenas de insectos por lo que se deberá cambiarlas periódicamente para un conteo preciso. Además, se puede instalar en el terreno una red en zigzag, que capturará a los minadores.
Es importante monitorear la presencia de las plagas durante las diferentes etapas del estado vegetativo del cultivo, cuando existen períodos prolongados de sequía y al aumentar la temperatura, aseguraron los técnicos de Entoma.
Paralelo, a las trampas se puede aplicar químicos en el suelo y en la planta de acuerdo a las necesidades, con el asesoramiento de un profesional.