TRAS UN 2022 LLENO DE DIFICULTADES, ESTE AÑO EL SECTOR VE CON OPTIMISMO UNA RECUPERACIÓN CUYA TENDENCIA CONTINÚA HACIA EL AÑO ENTRANTE.
Paúl Parra, presidente de la Asociación de Porcicultores del Ecuador (ASPE), se muestra confiado ante un escenario que presenta importantes indicios de crecimiento.
Una vez superados en gran medida los mitos que pretendían opacar su enorme valor nutricional, hoy es bien conocido que la carne de cerdo es una carne blanca, saludable y además con un sabor muy agradable.
Y son precisamente estos factores los que la ubican como la segunda proteína de consumo en el país, con 11,4 kilogramos (Kg.) per cápita anuales, superada solamente por la proteína de pollo. El objetivo de la ASPE para el 2024 es acercarse a los 12 kg. per cápita.
Hace pocos días atrás, se realizó el Consejo Consultivo de la carne de cerdo con la presencia de representantes de los productores nacionales, industriales de las empresas embutidoras, comercializadores de carne de cerdo y un representante de los productores de alimentos balanceados.
Asistieron, asimismo, representantes del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), de la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad) y del Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Pesca e Inversiones, con el objetivo principal de fijar los cupos de importación de grasa y cuero para el año 2024.
A criterio de Parra, los cupos fijados son razonables y existió apertura por parte de las instituciones estatales para escuchar los pedidos de un sector productor que ha realizado una inversión importante para abastecer con calidad al mercado nacional.
La postura del sector productor fue que estos cupos no deben exceder las cuatro mil toneladas al año en el 2024; las autoridades se hicieron eco de estos planteamientos y se espera que se hagan evaluaciones trimestrales de cumplimiento de los cupos.
Se expusieron también posturas a favor de una ampliación de los cupos hasta las cinco mil 500 toneladas, pero a juicio de los productores, estos valores son muy altos. En el próximo Consejo Consultivo, a desarrollarse a mediados de noviembre de 2023, la finalidad es ratificar los acuerdos logrados.
A criterio de ASPE, la proyección es que en algún momento el sector pueda cubrir el 100 por ciento de la demanda nacional y ya no sea necesario importar. “Nos estamos preparando para ello, asegura.”
Este año ha sido de recuperación, se proyecta que, al cerrar el año, el crecimiento será de entre 3,5 y 4 por ciento; mientras que para el año 2024 hay inversiones importantes y es probable que el crecimiento de la producción nacional de carne de cerdo sea de hasta el nueve por ciento. Las condiciones son favorables para el productor local que está confiando en el país y está invirtiendo, afirma Parra.
Por supuesto, existen también amenazas. Una de ellas es el contrabando tanto por la frontera norte como por la frontera sur. A pesar de los intentos por controlarlas, a criterio del presidente de ASPE se han vuelto totalmente permeables, tanto al contrabando de cerdos vivos como de cortes.
Según datos de esta Asociación, entre el 8 y el 10 por ciento de la producción anual sigue ingresando ilegalmente de los países vecinos.
Otro factor que golpea al sector es la inseguridad. “Hay un costo de la inseguridad que está encareciendo toda la actividad productiva. Asaltos a camiones, principalmente de maíz y soya, más productores que han sido vulnerados con el tema de las vacunas.
Entonces colocar alarmas, y contar con sistemas de monitoreo a los camiones, bloqueos, etcétera son costos altos y a veces el precio del producto final no llega a pagarlos; esto desalienta la producción nacional”, comenta el presidente de los porcicultores.
Este año se anunció, asimismo, un fenómeno de El Niño sumamente agresivo, que encendió las alertas del sector. Noticias recientes dejan más tranquilos a los productores, aunque prevenidos ante un inminente incremento en las lluvias que a su vez genera riesgos de inundaciones, bloqueos de carreteras y plagas.
Al cierre de esta edición estamos atravesando también un periodo de racionamientos eléctricos a escala nacional. El anhelo de los productores es que este periodo no se extienda más allá de unas pocas semanas, caso contrario se generaría una afectación en el costo de la mano de obra, en la cadena de frío, y por ende en el costo del producto final.
“Definitivamente el consumidor está empobrecido, no hay liquidez en los mercados, cada vez la gente busca sustitutos que sean más baratos que abaraten su canasta familiar. Si nuestros costos se incrementan bajan los niveles de rentabilidad, en muchos casos llegando a las pérdidas y se desalienta la producción nacional” advierte Parra.
DE ECUADOR PARA ECUADOR
La realidad en este momento es que casi la totalidad de la producción nacional de carne de cerdo es para consumo interno. Si bien existen algunos intentos de colocación de producto nacional fuera del país, el porcentaje es mínimo y no alcanza todavía a ser representativo.
Interrogamos a la dirigencia de ASPE sobre posibles acuerdos con países que son grandes consumidores de carne de cerdo como Corea y China, pero esto recién será materia de análisis y negociación. Para el próximo año se esperan resultados favorables, pero no en el corto plazo.
Por el momento la mira de los porcicultores está en afianzar su presencia en el mercado interno. Han desarrollado varias campañas de socialización sobre los beneficios de este tipo de proteína en la dieta de personas, destacando que se trata de un producto apto para consumidores de todas las edades; pueden consumirla mujeres embarazadas, niños, adultos mayores, deportistas, etc.
PARA LOS PALADARES MÁS EXIGENTES
La carne de cerdo es sumamente versátil, es así que se puede disfrutar en platos típicos de la gastronomía ecuatoriana como el hornado, la fritada, las cascaritas, las chugchucaras, el mote con chicharrón o un delicioso sánduche de pernil. Pero si lo suyo es la comida más ligera, un estofado o una preparación al vapor podrían ser una excelente opción.
También hay una fecha específicamente dedicada al consumo de carne de cerdo. Es el primer viernes de febrero de cada año, coincidiendo con la fecha dedicada al Amor, por ello a los amantes de la gastronomía, (unas costillitas BBQ a la luz de las velas) podría resultarles un plan difícil de rechazar.
Lo mejor de todo es que, a criterio de ASPE, estos deliciosos bocadillos se pueden consumir sin ninguna culpa, ya que su calidad está garantizada.
“Hemos invertido en sistemas de producción que permiten que nuestros animales tengan el mejor cuidado, con una alimentación totalmente balanceada, con un exigente control veterinario que cumple todos los parámetros de sanidad y bienestar animal, de modo que la carne es prácticamente un cereal convertido en proteína y es una de las carnes más saludables y de sabor más agradable” afirma Paúl Parra.
Si bien existe en el Ecuador un porcentaje menor de consumo de carne de cerdo de traspatio, los productores están a favor de que a través de las empresas de producción de alimentos balanceados y de genética se apoye la tecnificación de este sector.
LA SALUD ANIMAL ES UNA PRIORIDAD
ASPE trabaja arduamente en el control de enfermedades, el objetivo es en dos a tres años ser declarados libres de peste porcina. Si bien han existido brotes aislados este año, Parra asegura que son cada vez menos, que los sistemas de vacunación funcionan y que la peste porcina clásica está totalmente controlada en el país.
En el caso de la Peste Porcina Africana (PPA), que ha sido una amenaza mundial y persiste el riesgo de que en algún momento pueda llegar al continente americano, se goza al momento de relativa tranquilidad, sin que ello signifique que se haya bajado la guardia; se realiza mucha gestión a nivel de puertos y aeropuertos en el control del ingreso de material genético.
Cuando hay una alerta sobre alguna enfermedad, esta es de notificación obligatoria a las autoridades y son estas las que determinan las muestras, contra muestras, hacen el foco, el perifoco, etc, y se coloca en cuarentena la granja, la zona, etc. Esa producción no puede salir a la venta.