La conexión entre la Academia y el sector productivo es esencial para mejorar la alimentación y la calidad de vida de los ecuatorianos.
Esta es una de las reflexiones que compartió César Zambrano, decano de Investigación de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
Si bien los estudios teóricos, sobre el control y empleo de pesticidas y manejo integrado de plagas, son fundamentales para el eje investigativo, en la USFQ también se trabaja con énfasis en la práctica para obtener resultados óptimos de los procesos productivos en beneficio del sector exportador.
Zambrano reconoció que las exportaciones ecuatorianas conllevan un cierto grado de exigencias a nivel de Europa y Asia. “No se puede exportar -dijo- bajo una misma norma, el mismo producto”.
El docente señaló como ejemplo la influencia de la oferta internacional de los productos: no todo cacao ecuatoriano puede ingresar a Francia, no todas las flores pueden entrar a Japón; y en el caso de las frutas, como la piña, pueden mostrarse en las vitrinas y perchas de un país europeo siempre y cuando aprueben las normas más estrictas de calidad. Lo mismo ocurre, por ejemplo, con la pitahaya que, por su rentabilidad y alta calidad, se constituye en un producto “fabuloso de exportación”.
Por esto, desde hace más de siete años, la USFQ trabaja con industrias nacionales y extranjeras en la búsqueda de variedades más resistentes, con proyección a la fertilización por goteo, economía circular, manejo integrado de plagas y agricultura de precisión.
Más aún, las investigaciones que desarrolla la Universidad incluso exploran la factibilidad de la agroecología, en ciertas zonas del país para concientizar al productor en el cuidado del medio ambiente.
Se han introducido técnicas de precisión en fertilización y en manejo integrado de plagas que está directamente ligados al monitoreo ambiental a través de una estación meteorológica que comunica los parámetros en tiempo real a los investigadores de la carrera.
Zambrano sostuvo que la inversión para realizar proyectos de investigación en agronomía es alta, pero los resultados son óptimos. “Económicamente, la propuesta es viable, pero tampoco es fácil cambiar las prácticas tradicionales hacia lo tecnológico; estamos aportando con un grano de arena para cambiar la agricultura del país”, señaló el docente.
La visión de la agronomía en la USFQ nace de la carrera de Agroempresas, que se inició hace más de 20 años y que tiene alta demanda entre los estudiantes universitarios.
En los últimos cinco años, la carrera de Agronomía en la USFQ se ha fortalecido gracias a que ha dado un giro altamente sustentable, mediante la implementación de prácticas totalmente orgánicas en la granja experimental de la Universidad.
El ámbito sustentable tiene especial atención en la granja, con la incorporación de paneles solares y banco de baterías en constante monitoreo para mejorar su rendimiento; los desechos de postcosecha se emplean para alimentar a un biodigestor cuya producción de biol y metano se utilizan para fertilización y cocina, respectivamente.
Con el paso del tiempo, esta carrera se ha transformado en una visión de industria, emprendimiento y negocios en la que los educandos acceden a las bases de la ciencia pura, conjuntamente con la capacitación requerida no solo para comercializar el producto, sino para obtener un valor económico agregado.