Christian Noboa, gerente técnico de ANECACAO, destaca siete aspectos que han colocado a este cultivo nacional en el tercer lugar en el mundo en comercialización.
- Con la variedad CCN51 los volúmenes de producción crecieron considerablemente. El material genético corresponde al 25 por ciento de la calidad del producto y en Ecuador tenemos un buen potencial genético en nuestros campos.
- La superficie de cultivo también se ha incrementado notablemente, multiplicándose el volumen de producción a escala nacional. Se espera que el sector siga creciendo aún más en los próximos años.
- Es un cultivo bastante resiliente para el ámbito climático y se suelos. Se siembra en todas las provincias del Ecuador y más allá de lo que dice a literatura, se han obtenido muy buenos resultados, inclusive más arriba de los mil 200 metros sobre el nivel de mar.
- Cacao fino que se mide con los mejores de mundo. ¡En el “2023 Cacao of Excellence Awards Edition!”, que son los premios que se entregan en el Salón del Chocolate de París a los mejores cacaos del mundo, “hay dos cacaos ecuatorianos que están entre los mejores del mundo, uno es el cacao de las islas San José, que es CCN51, y el otro es el cacao Piandino que es del cantón Montalvo, provincia de Los Ríos.
- Excelentes características organolépticas (sensoriales) lo hacen atractivo para el comprador internacional. Su aroma exquisito ha hecho que expertos internacionales vengan a Ecuador a promover el cultivo sostenible de cacao. Los productores nacionales también se preocupan cada vez más en ofrecer un producto de calidad, estimulando al sector productivo del cacao.
- El sector privado ha hecho una inversión importante para dar impulso al sector. Asimismo, ha desarrollado protocolos de fermentación diferenciados, que cada variedad requiere, a fin de potenciar la calidad y obtener cada vez un mejor producto final.
- En los últimos cinco años se ha alcanzado un crecimiento sostenido de la producción, se estima que el crecimiento anual se ubica entre el cinco y siete por ciento.
Esto más allá de las limitaciones del sector, integrado en su mayoría por pequeños productores que no siempre tienen, por ejemplo, sistemas adecuados de drenaje ni ventilación adecuada de sus fincas para enfrentar las fuertes lluvias que traerá este invierno.
Si bien, a criterio de Noboa, todavía no se puede hablar de un nuevo boom cacaotero en el Ecuador, reconoce que son buenos tiempos para el sector. Considera, sin embargo, que todavía hace falta seguir trabajando de manera sostenida en incrementar los niveles de producción, así como en mejorar los costos de mano de obra e insumos, a fin de optimizar la competitividad en comparación con los países vecinos.