EL CAMINO DE LA PROSPERIDAD CHINA ACTUAL NO ESTÁ EN LOS MICROCHIPS, NI EN LAS MAQUILADORAS DE PRODUCTOS OCCIDENTALES, TAMPOCO EN LA ARMADA MÁS GRANDE DEL MUNDO O EN EL IMPRESIONANTE ARSENAL DE OJIVAS NUCLEARES
Según un reporte de la agencia de noticias Bloomberg, el camino a la prosperidad china está hecho de maíz y carne de cerdo. A medida que el país se hizo más urbano y su fuerza laboral dejó el campo, se cambió la alimentación de los campesinos.
Los chinos modernos, más ricos que la generación de sus abuelos y padres, no querían arroz, querían carne y los animales que las proveen se alimentan de uno de los productos agrícolas más baratos: el maíz.
Esto creó fabulosas oportunidades para granjeros en todas partes del mundo desde EE.UU. hasta Ucrania, pasando por Brasil. Los campos se siembran con el maíz que exije la necesidad china.
Sin embargo, el precio del maíz se ha visto afectado desde hace al menos tres años por factores que escapan a toda previsión: primero fue la misma demanda china la que impulsó los costos; luego vendría el conflicto armado entre Rusia y Ucrania, y posteriormente, el cambio climático.
Hoy, Pekín, inmerso en un frenazo económico de consecuencias impredecibles, quiere controlar cuánto gasta sin sacrificar el consumo de su sociedad. En esa encrucijada, el principal afectado es el campo estadounidense al que también le salió un competidor en su propio patio trasero, que ya lo derrotó hace casi una década: Brasil.
CHINA PREFIRIÓ EL GRANO MÁS BARATO DE BRASIL
De acuerdo con Bloomberg, el mayor importador de origen chino de maíz podría cancelar sus compras en el mercado estadounidense porque puede adquirirlo más barato en Brasil.
Otra razón para el cambio de proveedor es que, en China, los productores están mezclando maíz con trigo en el pienso de sus cerdos, lo que les resulta más barato. Con ese movimiento, el precio del maíz seguirá cayendo.
Bloomberg también indica que el precio del maíz estadounidense enfrentó a mediados de abril la presión de las 832 mil toneladas de maíz chino en el mercado.
Combinada con la competición del maíz de Brasil y la mayor producción china, podría ser que el primer país que deje atrás a EE.UU. como el mayor exportador mundial de maíz, lugar que ocupó en 2022.
La demanda del cereal de EE.UU. no deja de caer por lo barato del trigo (hasta 26 dólares más barato por tonelada que el maíz). Ese precio podría caer aún más cuando la gran cosecha que se espera, llegue a las granjas.
Adicionalmente, como la economía china está creciendo menos, después de la crisis sanitaria, los pedidos de maíz para restaurantes y fábricas de almidón tampoco crecen.
La desaceleración económica explica la caída de las importaciones de maíz chino; de los 28 millones de toneladas hace dos años, hasta los 21 millones del año pasado. Un aumento de más del 50% que le costó al país unos 8 mil millones de dólares.
La esperanza del maíz estadounidense es que Rusia mantenga su negativa de renovar el acuerdo para la exportación de granos ucranianos.
Washington tiene el reto de lograr que los países africanos, a los que Moscú prometió suministro, prefieran su producto porque las colocaciones en China no aumentarán en el corto plazo.
¿POR QUÉ SE CONSUME MÁS MAÍZ QUE ARROZ?
El estereotipo de que China es un país consumidor de arroz es falso. Este cereal es un símbolo cultural de la nación asiática donde empezó a cultivarse hace ocho mil años.
El maíz es más reciente en la agricultura china. Fue introducido desde América en el siglo XVI. En poco tiempo llegó a ser importante en la gastronomía y en la cultura del noreste del país.
Pero, por razones impensables, hace 500 años el maíz sustituyó al arroz como la cosecha líder de los campos chinos. En el último cuarto de siglo la producción china de maíz aumentó en un 125 %. La razón: la riqueza de un país que ahora puede pagar proteína animal de primera por lo que requiere un maíz para alimentar al ganado de donde la obtiene.
CAMPESINOS SE CONVIRTIERON EN CITADINOS
En contraste, la producción china de arroz creció solo 7 % en el mismo periodo, según el Banco Mundial. Hasta hace poco tiempo, las costumbres campesinas de la mayor parte del país atribuían el gusto por proteínas vegetales impuesto por la mayor pobreza.
Con la urbanización, los campesinos se convirtieron en citadinos que aumentaron su nivel de vida a un ritmo que superó al occidente con la industrialización.
A medida que el campo copiaba las costumbres de la ciudad, en el medio rural también se empezó a sustituir el origen de la proteína que se consumía, por lo que se da la paradoja de que los campesinos no quieren comer comida de campesinos.
LOS NUEVOS CIUDADANOS, URBANOS Y RICOS, YA NO QUIEREN CONSUMIR CEREALES Y GRANOS, SINO CARNE DE CERDO, DE RES O DE AVES.
Como resultado, hoy China consume la mitad de la carne de cerdo del planeta; unos 700 millones de animales que son alimentados a base de maíz antes de llegar al matadero. En China se beneficia un cerdo por cada habitante. del país, lo que significa que las piaras de cerdos son más numerosas.