Cuando el productor piensa en la eficiencia productiva, generalmente el primer factor que considera es en obtener pollos con mayor densidad, mejor calidad en la etapa de faenamiento, mejor ganancia de peso diario, entre otros.
Con esta reflexión Otávio Conde, de Cobb Vantress, inició la conferencia virtual “Condiciones de manejo para mejorar la calidad de la canal del pollo de engorde”. El evento fue organizado por la Asociación de Médicos Veterinarios Especialistas en Avicultura del Ecuador (Amevea-E).
El especialista manifestó que si bien es cierto, estos elementos pueden llevar a la eficiencia productiva, otro factor que debe considerar el productor es alcanzar la eficiencia económica.
Esto se traduce en lograr una mejor conversión alimenticia, y alcanzar una mejor calidad de la carcasa o calidad del pollo en canal (calidad de piel y uniformidad), y no correr el riesgo de producir un pollo pequeño, o que presente rasguños, o problemas de pigmentación.
Otro objetivo del gerente de la planta de faenamiento, debe consistir en exhibir en su galpón, por ejemplo, un lote de 30 mil pollos del mismo tamaño, color, peso, etc. “Como si fuesen botellas de gaseosas; todas iguales, uniformes, del mismo color y tamaño”, expresó el conferencista, y aunque reconoció que lograrlo es casi imposible, el objetivo se puede alcanzar con un trabajo en equipo.
Las compañías genéticas trabajan de manera constante para mejorar los parámetros alimenticios y de conversión a fin de alcanzar los gramos requeridos y una importante ganancia de peso diario.
Primera semana es clave
Otávio Conde afirmó que el productor debe estar atento a los cambios que se puedan producir en la primera semana de la vida de los pollitos o de la reproductora.
Este es el tiempo más importante en la vida de las aves porque representa el 25% de su vida y es cuando el pollito puede ganar mayor peso de manera proporcional y mejorar la uniformidad en comparación con el resto de su vida.
Una mala uniformidad representará una mala calidad de pollo en canal. En el caso del pollo broiler, la primera semana representa el 17% de su vida, señaló. La temperatura de la cama también juega un papel fundamental para lograr la ansiada uniformidad.
“La cama no puede, en ningún caso, mantener partes frías y calientes; la desuniformidad en la temperatura de la cama va a generar una des uniformidad en los pollitos”, alertó Conde.
En la primera semana el pollito debe tener una temperatura interna de entre 40,6 y 40,7 grados Celsius.