El maíz es parte de la cultura en los países de América Latina, por lo que su cultivo debe ser adecuado para evitar el aparecimiento de aflatoxinas, micotoxinas y residuos químicos.
“El consumo de maíz puede asegurar una ingesta adecuada, más aún en tiempos de pandemia por la Covid- 19, época en que el estado nutricional de las personas se ha convertido en un factor clave para combatir problemas coyunturales, así como conservar un buen estado de salud que genera un efecto directo en la productividad laboral”.
Con esta reflexión, Natalia Palacios Ph. D, y especialista del Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz (CIMMYT), habló sobre el manejo de poscosecha de maíz y calidad del grano. Palacios intervino en el evento organizado por el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP), donde afirmó que la actual situación obliga a diseñar nuevas estrategias para asegurar que los sistemas contribuyan a una mejor seguridad alimentaria de la población.
El maíz es uno de los cultivos que se caracteriza por su alta productividad y adaptabilidad a los diferentes sistemas, climas o geografías; además de su importancia en costos y accesibilidad.
Palacios aclaró que, aunque el agricultor tenga la mejor calidad o cosecha del grano, el almacenamiento debe ser óptimo porque eventualmente la calidad podría disminuir por la exposición a daños mecánicos o contaminación de insectos y hongos que afectan su calidad nutricional.
Indicó que la calidad nutricional de los cultivos también se ve disminuida por el incremento de las concentraciones del dióxido de carbono en la atmósfera, producto del cambio climático cuyas consecuencias se presentan según el cultivo.
La incidencia que se presenta en plantas como el maíz -que al ser parte de la cultura en los países de la región- su cultivo debe ser adecuado para evitar el aparecimiento de aflatoxinas, micotoxinas (que se producen, en general por una mazorca podrida) y residuos químicos, que puedan dañar la salud del consumidor. La inocuidad del grano es fundamental, y un maíz quebrado o manchado no es la mejor alternativa de consumo.
Las micotoxinas son compuestos que pueden causar enfermedades en humanos y animales, e inducen al cáncer, inmunosupresión, y a nivel de campo, reducen el rendimiento del cultivo. También disminuye el valor de la cosecha con pérdidas en la producción.
La especialista afirmó que las aflatoxinas son las más problemáticas y se generan por un hongo que crece en los residuos de la planta, según las condiciones ambientales como la humedad y temperatura. El estrés por sequías y el mal almacenamiento del grano, exacerban el aparecimiento de las aflatoxinas. Un manejo agronómico adecuado en la etapa de postcosecha evita su aparecimiento.
El maíz es una fuente de energía, minerales y vitaminas, pero es recomendable que la población también incluya en su dieta frutas, leguminosas, lácteos, etc.