La producción de carne y de leche se mantiene; sin embargo los ganaderos tienen propuestas para el nuevo Gobierno.
Los ganaderos del país, además de la emergencia sanitaria por la Covid-19, cada año deben enfrentar otros problemas, que les impide crecer, como el contrabando desde los países vecinos, la falta de apoyo por parte del Gobierno Nacional, sequías, inundaciones, falta de créditos, robos, entre otros.
Por ejemplo, Manabí soporta cada año una fuerte sequía, porque el Gobierno no desarrolla proyectos de riego, mientras que en invierno debe sufrir las consecuencias de fuertes inundaciones. En esta provincia se concentra la mayor producción ganadera del país. No obstante, el sector sale adelante y así lo demostró durante el 2020, un año complicado para todos los sectores.
Francesco Tabacchi, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegan) y de la Asociación de Ganaderos del Litoral y Galápagos, dijo que el sector culminó el 2020 “golpeado”, pero nunca detuvieron el trabajo, con la finalidad de que el alimento llegue a todos los mercados.
Actualmente, el Ecuador tiene alrededor de 4 y medio millones de cabezas de ganado, distribuidas en diferentes sectores del país. Se faena anualmente un millón de animales y se producen 5 millones de litros de leche por día, cifras similares a las de 2019.
“Somos optimistas y esperamos que la situación mejore para el sector ganadero con el cambio del Gobierno. Aspiramos que las nuevas autoridades comprendan que el sector entrega alimento de calidad y genera empleo. Es importante, que la banca pública brinde créditos a largo plazo y con bajas tasas de interés al ganadero pequeño, mediano y grande”, manifestó.
Consideró necesario que el Gobierno otorgue incentivos a través de la importación de genética; que se penalice a quienes intervienen en el contrabando y en el robo (abigeato). Citó que EE.UU. invierte más de un mil millones de dólares al año, para incentivar el consumo de leche y carne. Igual sucede en otros países, contrario a lo que sucede en Ecuador.
El directivo gremial exigió mayor control en las fronteras, para evitar el contrabando. Desde Colombia, el negocio ilegal es mayor, porque en dicho país la producción de carne y leche es más barata.
En Ecuador, la semilla de pasto cuesta 12 dólares el kilo y en Colombia en cambio dos dólares por igual volumen; el quintal de maíz amarillo duro en Colombia se comercializa en seis dólares y en Ecuador llega hasta 20 dólares; en el país vecino para la compra de maquinaria agrícola no se aplican impuestos, salvaguardas ni aranceles y al operador le brindan un bono. Incluso, los créditos son más accesibles, pues tienen una tasa de interés del 2%, mientras que en Ecuador llega al 11%, enfatizó Tabacchi.
En el país vecino, el consumo de carne es de 22 kilos por habitante al año y en Ecuador alcanza los ocho kilos.