En producción, el sector finalizó el 2020 con el 10 y 12% menos que el 2019.
El cultivo y la venta de flores fueron afectados significativamente durante el 2020. Al inicio de la pandemia, en marzo, las exportaciones bajaron a cero, debido al cierre de las fronteras.
Esto ocasionó que muchas plantaciones dejen de funcionar con los consiguientes despidos de trabajadores. Alejandro Martínez, presidente ejecutivo de Expoflores, dijo que la desvinculación de personal en las diferentes plantaciones fue de 11 mil operadores; 900 hectáreas dejaron de producir.
El panorama fue cambiando poco a poco desde abril; sin embargo, hubo una reducción del 17% en la oferta. Los productores que cerraron sus fincas no volvieron a sembrar y los que si lo hicieron, reforzaron la productividad, se volvieron más eficientes. Se realizaron cambios en los procesos de producción, pero no todas las hectáreas sembradas se encuentran en producción, porque el sector se está readaptando para atender a la demanda.
“Fue indispensable acoplarnos a la nueva realidad y trabajar fuerte para recuperar en algo, los mercados internacionales”, mencionó Martínez.
Alrededor de 100 millones de dólares dejaron de recibir los floricultores durante el 2020. Para este año prevén un crecimiento del 1%.
El sector floricultor terminó el 2020 con una capacidad productiva de entre el 78 y 79%, pero la demanda no se recuperó y cerraron el año con un - 8% en ventas con relación al 2019, lo que equivale a una pérdida de alrededor de 100 millones de dólares. Los floricultores, tampoco tuvieron liquidez para afrontar la crisis provocada por el coronavirus en la producción y venta de flores.
En los últimos meses del año pasado se cerraron muchos mercados internacionales para la compra de flores, como: Francia, algunos lugares de EE.UU. y España. “Creo, que esta será la tónica del 2021. Considero que no habrá una estabilidad sobretodo en la apertura”, dijo.Mp
Para este año, el sector proyecta un crecimiento del 1%. Todo dependerá del comportamiento del consumidor, porque solo EE.UU. decidió implementar incentivos económicos para fomentar el consumo. La expectativa, con esta medida, es lograr un crecimiento del consumo global en un 5%. “Esperamos beneficiarnos de ese porcentaje”.
En otros mercados -Europa y Rusia- todavía no existe un consenso para emitir incentivos económicos, “por eso, en este año no avizoramos un crecimiento importante en producción y ventas, pero si un decrecimiento del consumo. Por ahora, monitoreamos permanentemente el comportamiento de los mercados internacionales”, manifestó Martínez.
Según el dirigente, el nuevo Gobierno debe enfocarse en las certezas que implica producir mejor, que los precios sean competitivos, mejorar las condiciones para las exportaciones, entre otros factores.
“Debemos ser hábiles para ganar espacios en los mercados extranjeros, pues todavía no existe claridad de lo que sucederá en el transcurso del presente año”, acotó.