El empleo exagerado de antibióticos ocasiona una predisposición en el intestino y en la fisiopatología de la enteritis necrótica.
A nivel global, la enteritis necrótica registra pérdidas de 4.8 millones de dólares; la mortalidad que afecta a pollos en edades tempranas y que además puede desencadenar otras patologías, está entre el 5 y 30%.
Durante su conferencia “El impacto de la enteritis necrótica en la producción avícola y estrategias de mitigación”, Michael Cañón, especialista en nutrición animal e invitado por Alltech, explicó que, por tratarse de una enfermedad multifactorial, se debe hablar sobre las materias primas como uno de los factores antinutricionales, pues elementos como la lecitina y micotoxinas, son predisponentes para que la enfermedad se pueda manifestar.
La enteritis es un bacilo gram positivo aerobio y puede desarrollarse en ambientes con ausencia de oxígeno; también es un formador de esporas, tiene un alto grado genético y provoca un intercambio genético que le permite la transferencia de factores de virulencia, lo que le otorga la característica de producir diferentes toxinas. Incluso puede llegar a competir con otras cepas patógenas.
La enfermedad es diagnosticada una vez que las muestras son llevadas a laboratorio; un diagnóstico en campo es muy complejo.
Cañón indicó que independiente del origen de la enteritis necrótica, esta se puede desatar por agentes primarios, agentes oportunistas, y hasta secundarios como algún tipo de virus, o problemas zootécnicos de conversión que muchas veces se producen en campo y que traen problemas a la permeabilidad intestinal, absorción, y mayor gasto energético.
Son más de 900 especies microbianas que componen el microbioma del ave. Advirtió que esto trae como consecuencia un desbalance nutricional, problemas de cama, de salud pública (por salmonella o coli) y un impacto ambiental.
Dijo que esta patología, ya sea en su forma subclínica (agente silencioso e imperceptible que tiene un alto impacto económico), o en su forma clínica genera grandes pérdidas económicas a los productores.
Como medidas de prevención, Cañón recomendó utilizar tecnologías medibles y eficientes para el control de materias primas, virus vacunales, agua, ayunos no programados, uso de antibióticos, control de camas, entre otros.
Este especialista también pidió atender los problemas industriales: debe existir una adecuada textura, presentación y temperatura del alimento.
Además, se deben evitar retrasos en la alimentación sea porque el camión del alimento no llegó a tiempo o porque la planta de alimentos se inutilizó. Las aves deben recibir su ración diaria a tiempo. La ventilación y el agua son importantes. Está comprobado que el patógeno puede desarrollarse en el agua.