En su conferencia sobre la Coriza Infecciosa, el profesional Arturo Cabrera destacó que esta enfermedad afecta a todas las especies de aves de corral e incluso a las aves silvestres. Es causada por Avibacterium paragallinarum, antes denominada Haemophilus paragallinarum, bacteria cocobacilo Gram-, que necesita factores especiales de crecimiento como el NAD (Ácido Nicotidamídico dinucleótido) y un 5-10% de CO2.
Existen tres serotipos A-B-C y nueve serovariedades: serotipo A con cuatro serovariedades; serotipo B con una serovariedad y serotipo C con cuatro serovariedades.
La avicultura ecuatoriana se ve afectada por los serotipos A1, A3, B1, C1 y C2. Su transmisión es horizontal a través de aerosoles, agua de bebida, banda de alimentación, banda de recolección de heces, insectos, equipos y vehículos, y tiene un periodo de incubación de dos a cinco días, dependiendo de varios factores, como el estado de las aves, la plataforma inmunitaria a las diferentes enfermedades, sobre todo respiratorias, ser positivas o negativas a Mg, Ms, y el período de producción de las aves.
Entre los factores coadyuvantes están los picos de producción, estrés (manejo de aves), inmunosupresión, cambios bruscos de temperatura, fallas en la vacunación por calendario o tipo de vacuna, múltiples edades; levante y producción juntas, y otras enfermedades.
La sintomatología depende del grado de afectación: si es Coriza simple o complicada. En el primer caso, entre siete y 21 días es solo desafío con Avibacterium paragallinarum, con baja o nula mortalidad.
En el caso de Coriza complicada se transforma en una enfermedad crónica con más de 50 días y presenta alta mortalidad (cepas muy patógenas).
Cuando esta enfermedad se complica con otros agentes infecciosos bacterianos, como: M. gallisepticum, M. synoviae, P. haemolytica, O. rhinotracheale o con desafíos virales como: Newcastle, Bronquitis, Neumovirus o Laringotraqueitis, generalmente disminuye la producción de huevos entre el 10 y 40 %.
Los síntomas observados son: estornudos, lagrimeo, secreción nasal, hinchazón de senos frontales y paranasales, anorexia, taponamiento de fosas nasales; bajo consumo de alimento, agua y producción, mientras que es pollos de engorde, de 21 a 30 días de edad, produce una mortalidad de hasta el 5 %.
Para establecer el diagnóstico, se requiere contar con el historial de la granja y de la zona; datos de la sintomatología, aislamiento del agente causal, tipificación bacteriana, y otras técnicas de tipificación como el PCR.
Para prevenir y controlar esta enfermedad, la inmunización es la forma más eficaz en su prevención, y al existir muy poca o ninguna inmunidad cruzada entre los diferentes serotipos y serovariedades, es muy importante que las vacunas que se utilicen sean diseñadas con los serotipos de predominio de la zona o región. Se recomienda el uso de autovacunas.
Si el calendario de vacunación es muy variable, se debería inocular la primera dosis entre las ocho y 12 semanas de edad, luego haga una pausa entre cuatro y seis semanas, para la segunda vacunación. Se aplicará una tercera dosis cuando se trate de áreas muy contaminadas.
Para el tratamiento de parvadas infectadas se debe aislar el microorganismo, realizar una prueba de sensibilidad a diferentes antibióticos; administrar la medicación en dosis y por el tiempo indicado.
La Coriza infecciosa es sensible a: Cefalexina, Florfenicol, Gentamicina, Cloranfenicol, Sulfatrimetoprim, Ampicilina y Fosfomicina.