El Instituto de Estudios del Huevo, cita algunas razones para no excluir esta proteína de la alimentación.
Son buenos para el cerebro
Los huevos contienen colina, un nutriente poco conocido, pero importante en la construcción de membranas celulares.
Ayuda al desarrollo del cerebro, juega un papel destacado en la función hepática y en el metabolismo.
Ayudan al corazón
A pesar de que los huevos contienen colesterol, pero este es del bueno. Las investigaciones muestran que las personas con niveles más altos de HDL, generalmente, tienen menor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.
Ideales para la vista
La deficiencia de vitamina A, es una de las principales causas de ceguera en el mundo y los huevos son una gran fuente natural de esta vitamina. La yema contiene potentes antioxidantes, que contrarrestan algunos procesos degenerativos que afectan la visión.
Diversos estudios realizados en la Universidad Tufts, Estados Unidos, mencionan que el consumo de huevo ayuda a reducir significativamente la posibilidad de padecer cataratas. Los responsables de esto, según sus publicaciones, son los carotenoides que posee esta proteína.
Proporcionan energía
Mantiene activa a la persona y con energía durante todo el día y son una fuente saludable de proteínas de alta calidad.
Contribuye a los procesos cognitivos
Favorece a los niños que se encuentran en pleno crecimiento, y a los fetos que empiezan a desarrollar sus primeras conexiones sensoriales. El profesor del Departamento de Nutrición de la Escuela Gillings de Salud Pública Global, Steven H. Zeisel, avaló su consumo en mujeres embarazadas.