Debido a su costo y al valor nutricional, el huevo comercial mantiene los niveles de comercialización, pese a la presencia de la pandemia generada por la Covid-19.
“Nos mantenemos en precios accesibles”, aseguró Javier Corrales, presidente de la Unión de Productores de Huevos (Uniproh). En las tiendas se consigue la cubeta de 30 huevos en 3,60 y 3,80 dólares, y al productor se le paga 3,10 dólares.
El consumo per cápita en Ecuador sobrepasa los 200 huevos al año, pero los productores anhelan incrementar esa cifra a 235 unidades, mediante campañas en redes sociales y en medios de comunicación, con la finalidad de que la población conozca las bondades de consumir huevos, descartando los mitos del pasado. Esto incrementará la demanda y consumo.
En el centro del país se concentra la mayor producción de huevo comercial y el sector privado unió esfuerzos para desplegar la campaña, pero requiere el apoyo del Gobierno, con el propósito de incentivar un mayor consumo de huevo.
Corrales, además, consideró que por la emergencia sanitaria se cerraron las fronteras, tanto norte como del sur, lo que permitió contar con un precio real de acuerdo a la oferta y a la demanda al interior del país. Antes de la presencia de la Covid-19, llegaban huevos desde Colombia y Perú a precios inferiores, lo que impedía una competencia justa.
Corrales indicó que el sector trabaja de forma eficiente, para entregar a los consumidores productos de excelente calidad, aunque a los productores les preocupa el incremento constante de la materia prima, porque eso eleva los costos de producción.
Por ejemplo, la soya se vuelve inalcanzable. En los últimos meses se presentó variación de precios, de 400 a 630 dólares, valor con el que se comercializa en los mercados internacionales.
Lamentablemente, en Ecuador no existe una soya de calidad, ni en los volúmenes que requieren los industriales (80 mil toneladas mensuales). El nivel de proteína es bajo, ya que la semilla no es certificada, y es propensa a ser afectada por plagas y enfermedades, razón por la cual, la soya ecuatoriana no es competitiva, destacó Corrales.
En el caso del maíz amarillo duro, dijo que el precio debe ser razonable y evitar que llegue a los intermediarios, para que no especulen en tiempos de escases. Entre enero y abril, los industriales compramos hasta en 23 dólares el quintal del grano. Corrales propuso que los productores avícolas adquieran maíz en épocas de cosecha a precios reales y se almacene el producto.
En cuanto al aceite de palma, el precio subió significativamente. A la fecha bordea los mil 300 dólares la tonelada, debido a la escasez generada por la pérdida de miles de hectáreas debido a la “Pudrición del Cogollo”, lo que ha mermado ostensiblemente la producción.
A criterio del presidente de Uniproh, se debe mejorar el sistema de comercialización, para aumentar la demanda. El año pasado, el productor buscaba otras formas de expender la proteína, lo que generó un buen resultado.