Varios expertos compartieron sus conocimientos, experiencias con opciones para mejorar la actividad actual y para el futuro inmediato. Con el lema “Por y Para la Avicultura”, la Red Alimentaria e Isidro Molfese, organizaron la VI Jornada Avícola, con expertos de diferentes países, quienes abordaron temas actuales que contribuyan al desarrollo del sector.
Agua, elemento básico
Marcelo Cáceres, ingeniero agrónomo, patrocinado por BioAromas Latinoamérica, se refirió al agua como herramienta fundamental para la producción animal. Dijo que los productores deben conocer la cantidad de agua de la que disponen para realizar una buena crianza. “En las primeras etapas de vida del animal, la disponibilidad del líquido vital es importante, así como la temperatura”.
Otro factor clave es la calidad del agua, que se mide química física o biológicamente. Se analiza el sodio, el pH y la contaminación bacteriana, entre otros factores. La temperatura del agua al momento de la recepción del bebé debe estar en 20 grados centígrados.
Además, comentó sobre la acción inmediata de cualquier medicación que se coloque en el agua. El consumo no se altera ni en cuadros febriles, sino que aumenta.
“El desafío es lograr que el agua sirva como vector de nutrientes, de probióticos y de promotores de crecimiento. Hay que trabajar el biofilm para evitar su impacto como transportador de enfermedades por medio de la acidificación, el dióxido de cloro, el peróxido de hidrógeno y la cloración”.
Cuidado con la contaminación
Martha Pulido profesora clínica y patrocinada por Phibro Salud Animal, habló de la incidencia e importancia del control de la Salmonella Infantis en Latinoamérica. Esta enfermedad pasó a ser de un serotipo transitorio a uno residente en países de América Latina. Se contagia por parásitos internos, moscas que transportan ácaros, aves silvestres y roedores, principalmente.
“Cualquier elemento contaminado que ingrese al galpón es fuente de infección. El control, a tiempo, contribuye al mejoramiento general de la salud de las aves”, mencionó.
Controlar la Salmonella contribuye al mejoramiento general de la salud de las aves, por eso tiene que ser parte de un programa sanitario integral de la granja, que incluya: excelentes programas de bioseguridad, adecuado funcionamiento de los sistemas inmune y respiratorio, conservación de la salud intestinal, mejoras sustanciales en el bienestar animal, manejo de las aves, uso de vacunas y capacitación constante.
El programa de vacunación por sí mismo, no garantiza al 100%, para que no se presenten infecciones o enfermedades por Salmonella. “Debe incluir un excelente plan de bioseguridad y un muy buen programa de vacunación”.
Uso de ácidos orgánicos
Eduardo Machado PhD y patrocinado por Perstorp Group-MCassab, expuso sobre el uso de ácidos orgánicos en la producción avícola, destacando el ácido butírico (ácido graso de cadena corta que contiene seis átomos de carbono. Se encuentra de forma natural en el tracto digestivo). Profundizó su intervención en los ácidos grasos de cadena corta (SCFA): ácidos láctico, butírico, fórmico y propiónico.
Manifestó que hay dos maneras de trabajarlos por acción directa sobre las bacterias, que permite un efecto bactericida, o bacteriostático y acción nutricional. Su acción bacteriostática y bactericida favorece la microbiota o flora intestinal de las aves.
Su efecto es vital dentro de los enterocitos que son células epiteliales del intestino encargadas de absorber los diversos nutrientes esenciales, transportar agua y electrolitos al interior del organismo y la secreción de proteína en la luz intestinal.
Añadió que “la acidificación eficiente del ave es importante y debe realizarse en el tracto gástrico superior, porque allí hay una barrera química, especialmente contra las bacterias patogénicas.
La nutrición de enterocitos favorece el crecimiento de bacterias benéficas, la integridad intestinal y la digestión y absorción de nutrientes”.
En conclusión, los ácidos orgánicos son eficaces para apoyar el rendimiento y la salud de las aves, y para comprender cómo interactúan con otros aditivos.
El futuro de la producción animal
Víctor Naranjo, especialista de Evonik, centró su exposición en los nuevos avances en la digitalización de la nutrición, sanidad y producción avícola, para mejorar y facilitar la producción siendo más eficientes en cada proceso.
Explicó el concepto desarrollado por Evonik: Producción Pecuaria de Precisión (PLF), es el futuro de la producción animal.
La digitalización se puede aplicar en: nutrición animal, donde el enfoque es optimizar la conversión de nutrientes, con el objetivo de reducir la excreción de nutrientes al mínimo; la disminución de proteína cruda genera beneficios económicos y productivos.
La tecnología NIR, técnica bien establecida en el control de calidad de la industria alimentaria) cuenta con equipos que trabajan mediante un análisis científico, que se aplica tanto a materias primas como a productos terminados, permite generar de forma rápida y precisa una gran cantidad de datos para la calidad de las materias primas y el alimento terminado.
En la salud animal, es importante medir el estado de salud del galpón. Para ello, se utiliza una tecnología basada en PCR de detección microbiana, que permite conocer infecciones bacterianas a tiempo y tomar las medidas de intervención necesarias.
En la producción animal se utilizan herramientas de Big Data y bioestadística, para el monitoreo de la producción pecuaria, la predicción del producto y la realización de un plan de los productos finales.
Otra herramienta es la Screen Flox, un método no-invasivo que ayuda para acceder a la detección de infecciones bacterianas a una edad temprana, para reaccionar de forma precisa y antes de que las enfermedades ocurran.
En sí, los beneficios de la digitalización se resumen en: mejor producción animal, calidad de los productos, eficiencia, mayor rentabilidad y de fácil crecimiento.