ARTICULISTA INVITADO
Ing. Domingo Yanucci
DIRECTOR DE LA REVISTA GRANOS
graosbr@gmail.com
La relación existente entre los beneficios que proporciona una determinada actividad y la inversión o el esfuerzo que se requiere, es una simple definición de rentabilidad.
Este es un tema de creciente actualidad. La mayor competencia, las exigencias de la demanda, el crecimiento de los costos de logística, los precios de los granos que no crecen al mismo ritmo, entre otros aspectos, afectan la rentabilidad en el manejo de granos en la post-cosecha.
Años atrás quien entregaba la mercadería, pagaba el flete, comisiones, acondicionamiento, almacenaje, mermas completas. Hoy, por competitividad, se dejan servicios sin cobrar, se bajan las tarifas, etc., generando una grave disminución en los ingresos de las plantas de silos.
Por ejemplo, en aquellas zonas en que no se paga almacenaje, las plantas están obligadas a tener varios giros para dar un mejor resultado económico. Algunas empresas optan por entregar a sus clientes (productores) silos - bolsa, para que la mercadería espere en el campo, hasta que los fletes estén disponibles.
Las firmas que logran un valor agregado -conjuntando la planta de acopio primario con instalaciones de balanceados, biodiésel, molinos, criaderos de aves / cerdos, etc., que son capaces de generar un valor aumentado y un valor agregado- pueden tener una rentabilidad más asegurada.
Hablamos de valor aumentado porque el grano tal como se produce, no puede ser consumido; debe pasar por un acondicionamiento (beneficio o utilidad de forma), un almacenaje (beneficio de tiempo) y un flete (beneficio de lugar). Claro está que tenemos mucho para recorrer en términos de segregación por calidades.
Muchas veces el acopio es empleado como una herramienta comercial, como manera de complementar eficazmente la venta de insumos, fletes, seguros, etc. Claro que los beneficios técnico-comerciales, por ejemplo, el beneficio de mezcla, sigue manteniendo un valor trascendente.
Lo malo es cuando, urgido por el mercado y desconociendo las pérdidas de cada una de las etapas, se desatiende el manejo. Creyendo que se ahorra, por al contrario se generan mayores pérdidas.
Tratando de llamar la atención sobre lo verdaderamente importante, que es el propio grano, aquello que pretendemos conservar. Claro que el acopiador está preocupado por las cuentas de energía, por el gasto de combustible de la secadora, por las remuneraciones fijas y temporarias, los gastos de mantenimiento, etc. y es lógico que se busque gastar menos.
Es bueno observar la siguiente combinación numérica: 1 - 10 - 120 - 500. Por una tonelada que recibimos tenemos un costo del orden de 10 dólares (gastos + amortizaciones + interés), y construir esa tonelada de capacidad estática requirió una inversión de por ejemplo 120 dólares (inversión que se paga a lo largo de un par de décadas) y los 500 dólares significa el valor de la mercadería que ingresa en un año por esa tonelada de capacidad.
Los valores son estimativos, pero queda claro que, como valor económico, lo más importante es el grano. Aunque parecería una verdad de perogruyo, esta afirmación bien analizada permite sacar conclusiones muy valiosas.
Si disminuimos 1% las pérdidas, recuperaríamos cinco dólares, casi el equivalente a los gastos de la planta por cada tonelada, considerando que en esta actividad (post-cosecha), es el negocio de los centavos.
Para los siguientes temas de este año presentamos la idea del triángulo de oro, exponiendo los tres lados principales: operaciones, personal e información (base). El personal es lo más importante, lo que debemos valorar, organizar, capacitar y supervisar. Las operaciones deben mirarse desde la óptica de la eficiencia y no solo del objetivo; y la información es lo que nos permite saber donde estamos ubicados, y a partir de ahí, evaluar los cambios tecnológicos que convienen realizar.
El resultado o rentabilidad del acopio va a depender de varios aspectos
Los gastos: no solo del valor del insumo, sino de su empleo.
El manejo: si responde a modelos modernos o está aferrado al viejo concepto de grano-sano-seco-limpio y frío.
La infraestructura: permite desarrollar conceptos de manejo como simultaneidad, flexibilidad, capacidad correctiva, ampliación, mantenimiento, seguridad e higiene, entre otras.
El precio de los servicios: si trabajamos con precios realistas, sin deformaciones comerciales, alcanzaremos mejor rentabilidad.
El marketing: y en definitiva la visión que el cliente tenga del acopio. Necesitamos que el productor que entregue su grano se sienta satisfecho con los servicios prestados.
Las pérdidas: pueden ser la clave que diferencie un acopio rentable de otro deficiente.
Los recursos humanos: aquí tenemos una clave fundamental. Los que toman decisiones deben concientizarce del tremendo capital que ponen en sus manos; nada es más rentable que trabajar en la concientización y capacitación del personal.
Claro que la rentabilidad del acopio puede ser ayudada por venta de insumos, planes canje, fletes, mejoras de calidad, etc.
El desafío actual se soluciona con más tecnología, más eficiencia, más capacitación, con mejores controles y monitoreos. Recordemos que el pasaje de la post-cosecha tradicional a la tecnificada implica mejoras de rentabilidad y la siguiente etapa (post-cosecha de precisión) dará más satisfacciones. La post-cosecha, como todas las otras actividades, no es estática, requiere una evolución.
Muchas veces la falta de información impide avizorar mejoras que son imprescindibles. Vemos en la siguiente imagen algunas típicas faltas de información:
Solo un acertado seguimiento de los Índices de Eficiencia permite conocer
Vamos al grano, en este caso usamos la frase en forma literal y vemos qué pasa con las pérdidas en las progresivas etapas de manejo:
Claro que si nuestra planta se ubica en niveles de pérdida de 1 a 2%, va a sobrar grano.
Cuidado en confundir pérdida con merma o con faltante. Por ejemplo si cobramos 2% de mermas a favor y nos falta 1%, la pérdida alcanzada fue de 3%. Una de las labores fundamentales en la formulación de nutrientes para especies animales, es la determinación confiable de energía, nutrientes, así como contenido de aminoácidos en materias primas y parámetros proximales y de energía en alimento balanceado ya terminado.
La compañía Evonik comparte este dispositivo portátil que se conecta a la tableta o teléfono celular del usuario. La tecnología AMINONIR® Portátil permite realizar todas las acciones mencionadas in situ, sin necesidad de disponer de tiempo para transporte de muestras al laboratorio o la demora para conocer los resultados; tampoco se necesita preparación adicional de muestras.
Este proceso utiliza un dispositivo NIR portátil que se controla a través de una aplicación de teléfono inteligente y se conecta a la plataforma de análisis en línea de Evonik. Para esta aplicación se requiere el servicio de Internet y una pequeña cantidad de muestras de alimentos o materias primas para eliminar suposiciones sobre el perfil de nutrientes de los ingredientes de los alimentos balanceados.
Con este método se puede analizar -sin necesidad de molienda o productos químicos- más de 40 materias primas y alimentos balanceados destinados a la alimentación de pollos de carne, aves ponedoras, cerdos y peces, en cualquier lugar, y luego recibir un informe de evaluación completo en cuestión de minutos.
El dispositivo amplía significativamente la aplicación de la espectroscopia de infrarrojo cercano (NIR), que Evonik ya viene ofreciendo como servicios AMINONIR® desde hace 25 años. Todas las calibraciones NIR se desarrollan con base en análisis realizados en las instalaciones de última generación de química húmeda de Evonik.
El doctor Stefan Mack, responsable de Service Marketing en la línea de negocios Animal Nutrition, señala que la eficiencia de la alimentación animal y la huella ecológica de las actividades pecuarias dependen en gran medida de la calidad nutricional de las materias primas y del alimento.
Según el experto, “esta solución permitirá realizar controles de calidad de forma oportuna, en la toma de decisiones durante las etapas críticas de la producción de alimentos para animales, algo muy difícil cuando se depende exclusivamente de las instalaciones de un laboratorio convencional”.
El dispositivo y los paquetes de servicios correspondientes se pueden adquirir en la tienda virtual de Evonik en myamino.evonik.com.
Cursos de actualización vía online
Junio, 23 y 24: Silos bolsa.
Julio, 6 y 7: PCP, puntos críticos, ecuaciones, índices de eficiencia.
Julio, 20 y 21: Organización de una planta de acopio.
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