Las últimas precipitaciones lluviosas registradas en la Costa, ayudan al normal desarrollo del cultivo de maíz amarillo duro, principal materia prima para la elaboración de alimento balanceado para la producción avícola.
José Plaza, presidente del Centro Agrícola de Balzar, afirmó que las lluvias ayudarán a obtener una buena cosecha y una rentabilidad favorable para los agricultores; él sembró maíz al inicio de la segunda semana de enero de este año y estima que la cosecha estará lista a mediados de mayo. Generalmente, el desarrollo del grano demora unos 120 días, lo que significa que las cosechas se obtendrán hasta julio del presente año.
En el cantón Balzar, perteneciente a la provincia del Guayas, se han sembrado entre 15 y 16 mil hectáreas de maíz amarillo duro. Los agricultores aspiran cosechar alrededor de siete toneladas por hectárea para un total de 100 mil toneladas en este sector.
Claro que para ello toman precauciones por las constantes lluvias y el control de las diferentes plagas como la langosta que puede migrar a grandes distancias diezmando zonas de cultivo en busca de alimento.
También está la clorosis en hoja, una enfermedad que se caracteriza por la presencia de numerosas motas diminutas y vetas de color amarillo, que se ubican paralelas a las venas de las hojas.
Para que el cultivo resista a las enfermedades y se pueda obtener mayor rentabilidad, los agricultores siembran diferentes variedades, que combinan germoplasma de alto rendimiento y estabilidad con las más modernas tecnologías disponibles en el mercado para la protección contra insectos y malezas.
También este año dispusieron de la variedad Renacer, creada por el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP), que tiene un alto rendimiento productivo, de 7,5 y 12 toneladas por hectárea, entre otras. “Los agricultores aprendimos a sembrar variedades resistentes y a controlar las plagas”, dijo Plaza.
Desde la siembra hasta la cosecha, el desarrollo del cultivo de maíz amarillo duro, tarda unos 120 días.
La mayoría de agricultores vende la producción a los comerciantes y a las industrias. En menor cantidad, se comercializa en las fincas.
En relación a la cosecha de maíz, durante el año anterior, el agricultor de Balzar calificó de buena, a pesar de la presencia de algunas plagas que ventajosamente fueron controladas a tiempo. Las ventas crecieron entre noviembre y diciembre. El quintal se pagó hasta en 17 dólares. Actualmente, los agricultores no tienen maíz en reserva.
Además, comentó que, debido a la pandemia, muchos compatriotas regresaron al campo y están cultivando maíz, “lo que demuestra que el sector agrícola es vital, para el suministro de alimentos, en cualquier época del año y circunstancia. Seguimos resistiendo y cultivando la tierra“, acotó el dirigente gremial de Balzar.