Sustitución de antibióticos, estrictas exigencias sanitarias y bienestar animal, son las tendencias actuales
Sobre este aspecto, una medida que es muy tomada en cuenta es el uso de antibióticos. En el caso de Europa y en Asia, estos continentes son muy estrictos en no tener residuos de antibióticos en las carnes; por eso todos los países que tienen interés en exportar sus productos a dichas regiones deben cumplir sus procesos de retiro de antibióticos o sustituir el uso de antibióticos por otros productos.
Otro punto muy importante es efectuar las medidas de control de las enfermedades que pudieran afectar la producción cárnica de otro país, cumpliendo las cuarentenas necesarias, aplicando los programas sanitarios y de vacunación en cada país.
Las aves deben haber sido criados bajo las normas de bienestar animal establecidas. Como destaca el especialista Arcia “hay algunos países que están pidiendo que se cumpla un protocolo que, una vez que se haya aprobado, se emita un certificado de bienestar animal; hecho que le otorga un plus para competir en el mercado internacional”.
En este punto, y en razón de que los productos van para el consumo humano, Arcia destacó la exigencia de la industria avícola que demanda el cumplimiento de una serie de medidas sanitarias muy estrictas, normas de bioseguridad, vacunación, medidas de evaluación (bacteriológicos, bioquímicos, entre otros). Todo eso para garantizar que está llegando un alimento de óptima calidad para el consumo humano.