El alto costo del maíz, sigue causando estragos. Este sector que también depende irreversiblemente del grano, se tambalea por los costos de la materia prima y el bajo precio que pagan por la cubeta de 30 unidades.
“Esperábamos un precio menor porque el sector avícola está golpeado por la situación económica del país. Muchos socios disminuyeron la cantidad de aves y otros se retiraron de la actividad. Los precios son insostenibles”.
Con este relato Christian Pérez, presidente de la Asociación de Fabricantes de Alimento Balanceado y Avicultura de Tungurahua (Fabat), reaccionó ante la fijación del Precio Mínimo de Sustentación del maíz duro en 14,60 dólares.
Según él, los productores de huevos están comprando el quintal de maíz, puesto en granja, hasta en 19,80 dólares, pero este valor no les representa una ganancia en la producción de los huevos, es latente una baja de un 33% en los últimos dos años y la proyección para 2020 es que siga disminuyendo. Citó que la cubeta de huevos de 30 unidades cuesta producir 2,50 dólares y se vende en granja entre 2 y 2,10 dólares.
Para ser competitivos y obtener ganancia, el precio del maíz debe ubicarse en 13,50 y, por último, en 14 dólares, manifestó Pérez, quien estuvo presente en la reunión del Consejo Consultivo que se realizó en Jipijapa.
“Quien fijó el precio en 14,60 dólares fue un grupo de industriales avícolas y maiceros. Los representantes del MAG, únicamente, se limitaron a explicar los estudios técnicos que realizaron”, indicó.
Según Pérez, el problema radica en que no se respeta el precio referencial del maíz. Lo que rige en el mercado es la oferta y demanda, por eso estimó fundamental un mayor control por parte de las autoridades del Gobierno. Actualmente no existe suficiente maíz en el mercado y las personas que guardaron ya están especulando, sostuvo el dirigente.
Frente a esta realidad, Pérez recomendó un mayor control del precio referencial de maíz, que se facilite la importación de materia prima más económica, como trigo y otros productos alternos; que el MAG apoye con tecnología y créditos a los maiceros para que mejoren la producción y que se controle en las fronteras el ingreso de huevos desde Perú y Colombia.
“Si los maiceros reclaman porque no es rentable sembrar este producto; entonces, que dejen la actividad para que podamos importar libremente. Traeríamos maíz más barato desde Argentina, Brasil y Estados Unidos, a 205 dólares la tonelada, aproximadamente”, concluyó.