La quinua es un alimento completo porque tiene un balance de proteína parecido al animal: posee ácidos grasos de alta calidad; tiene los tres Omegas (3, 6 y 9), y su contenido de minerales es más elevado que el de los cereales.
En este momento hay más de 90 países que cultivan quinua. China tiene más de 15 mil hectáreas. La expansión del cultivo se debe a que este alimento se adapta con facilidad a los suelos salinizados y aquellos que tienen poca agua.
Luz Gómez, docente e investigadora de la Universidad Nacional Agraria La Molina de Perú, seleccionó a la quinua como el cultivo para generar nuevas variedades, que le permitan al agricultor alcanzar una rentabilidad aceptable y que se adapte a temperaturas altas y bajas. Existe una disminución del 69% de la producción a causa de las altas temperaturas, por eso se crean variedades que se adapten a las altas temperaturas; para lograr este objetivo, utilizó los rayos gama, que son como los rayos solares que atraviesan la semilla y afectan el ADN. En muchos casos, la planta los corrige inmediatamente, pero en otros se cambia la frecuencia del ADN y se crea un nuevo gen que da paso a las mutaciones.
En la agricultura no se puede esperar años a que estos cambios se produzcan de manera natural, sino que el hombre utiliza modernas técnicas, para que los agricultores tengan nuevas variedades en corto tiempo.
Gómez trabaja en la investigación con granos nativos y ayuda a los pequeños agricultores de Perú, que viven arriba de los 3 mil metros sobre el nivel del mar, a quienes se les entrega variedades modificadas. Unas variedades se cultivan con éxito y rinden hasta 3 mil kilos por hectárea.