Disponer de agua de calidad permitirá tener animales de calidad. El líquido vital es básico.
Tener un agua de calidad para la producción avícola, ganadera, porcina u otros comienza con el análisis físico, químico y microbiológico, para determinar elementos como el pH, conductividad, los sólidos totales disueltos (TDS), dureza, alcalinidad, sulfatos, cloruros, cromo, hierro, cloro, sílice, nitritos, nitratos, y otros iones.
Para Javier Saltos ese paso permitirá encontrar soluciones a problemas relacionados con la muerte de animales a causa de disentería, baja de peso, mala alimentación, o por beber agua en mal estado, con bacterias, con pocos o demasiados minerales.
En el sector avícola un agua inadecuada tiene efectos sobre la sanidad y productividad en las aves: el sulfato de magnesio confiere un sabor amargo al agua, y un alto contenido puede proporcionar un efecto laxante y retrasos en el crecimiento.
Saltos advirtió que si el magnesio se combina con el ion sulfato forma el sulfato de magnesio, que ocasiona diarreas en las aves y afectan su crecimiento.
Para el caso de porcinos, Saltos explicó que el hierro por sí solo no presenta ningún problema de seguridad, pero puede fomentar el crecimiento de bacterias provocando una disminución de la ingesta de agua debido al mal sabor.
Los nitratos también son compuestos nitrogenados y su presencia indica contaminación con materia orgánica o de contaminación con fertilizantes nitrogenados. Los experimentos realizados sugieren que no sucede lo mismo en los cerdos adultos que en los lechones, por ello no se recomienda más de 100mg/l.
Los nitritos son componentes muy nocivos en el agua. Cuando se absorben, entran en el torrente sanguíneo y se unen a la hemoglobina transformándola en metahemoglobina, incapaz de transportar oxígeno. El agua también puede contener una gran variedad de microorganismos, incluyendo bacterias, virus, protozoos y huevos de parásitos, y aunque no todos son nocivos, una elevada presencia es un riesgo en potencia, especialmente para los lechones.
Sobre el agua para ganado bovino, dijo que un consumo de líquido de mala calidad tiene consecuencias sobre la sanidad y productividad. Puede tener un efecto laxante causando algunos compuestos, pH en la dilución de medicamentos y antibióticos.
El control de estos factores mejora la productividad y evita un menor contenido de humedad en heces o en el abono, reduciendo el índice de mortalidad.
Explicó que los nitratos y nitritos son compuestos nitrogenados y su presencia indica contaminación con materia orgánica o de contaminación con fertilizantes nitrogenados. Los niveles máximos aceptados son <200 mg/l (vacas de cría) y <100 mg/l (engorde y leche).