El Gobierno trabaja en una política pública agropecuaria hasta 2030, con reglas claras en crédito, asistencia e innovación.

Existe gran expectativa por el futuro del agro en Ecuador, debido a los múltiples problemas por los cuales atraviesa, principalmente: costos elevados de producción, competencia, bajos precios del producto, especulación, falta de políticas claras, entre otras.

A esto se suman un cambiante entorno mundial, modificación en las preferencias de los consumidores, los efectos del cambio climático, crecimiento demográfico y envejecimiento en el campo, enfermedades animales y vegetales transfronterizos.

También preocupan los indicadores laborales del sector rural, presentados por el INEC - ENEMDU a diciembre 2019, donde se menciona los siguientes datos: tasa de empleo adecuado/pleno 20.6%; tasa de subempleo 19.4%; tasa de otro empleo no pleno 35.3%; tasa de empleo no remunerado 22.9%, y tasa de desempleo 1.6%.

La pobreza rural, que llega al 40%, así como el despoblamiento que se sitúa en el 37%, son factores que preocupan y que determinan la elaboración de una propuesta de políticas de Estado para el agro, que presentó el Ministerio de Agricultura y Ganadería, (MAG) y que se basa en seis ejes:

1.- Fomento de la productividad y la calidad, mediante ámbitos de investigación básica y aplicada, innovaciones productivas, desarrollo de capacidades, cadenas de valor y territorio, además de certificaciones y trazabilidad.

2.-Orientación y desarrollo de mercados, por medio de la comercialización directa o de mínima intermediación; impulso al consumo responsable, fomento a las exportaciones.

3.-Acceso a servicios e infraestructura, para lo que el ámbito de acción se relaciona con información y análisis, acceso a financiamiento y seguro agrícola, tenencia de la tierra, irrigación parcelaria tecnificada, sanidad e inocuidad agropecuaria, post cosecha y almacenamiento y logística, e infraestructura de apoyo a la producción.

4.-Fortalecimiento de la asociatividad y participación, por medio de programas de asociatividad (Diagnóstico Integral Organizativo, Cooperativismo Moderno), alianzas de cadenas y actores territoriales, y participación de jóvenes y mujeres rurales.

5.-Sostenibilidad ambiental y adaptación al cambio climático, para lo que se trabaja en protección de ecosistemas, agricultura y ganadería sostenible; adaptación al cambio climático, biocomercio y agricultura urbana.

6.-Modernización e innovación institucional y legal, por lo que trabaja en la restructuración y desarrollo de capacidades del MAG, la coordinación intrasectorial, así como en reformas legales.