La propuesta de políticas de Estado para el sector agropecuario busca la participación de los jóvenes.
En la Universidad San Francisco de Quito, el ministro de Agricultura y Ganadería, Xavier Lazo, afirmó que los jóvenes son el factor fundamental en el que deben concentrarse las políticas públicas, porque la agricultura está en manos de personas mayores de 40 años.
“Estamos atrasados en el desarrollo de una verdadera política agropecuaria, pero encontramos en la FAO una respuesta rápida a través de un equipo técnico de trabajo, que colabora en la elaboración de la Política de Estado del Agro 2020-2030”, expresó.
Agregó que el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) fomenta la agroexportación, una política crediticia adecuada, la actualización la malla curricular de los colegios técnicos agropecuarios y un trabajo articulado entre las instituciones del Estado.
Cristina Toapanta, representante de la Red Nacional de Jóvenes Emprendedores Rurales, consideró que una agricultura sana y justa sí es posible, pero de forma responsable. Destacó que los pequeños productores representan alrededor del 85% y que los jóvenes quieren ser protagonistas del futuro del agro.
Planteó mejorar la educación técnica; introducir moderna tecnología; acceso a mercados, ferias locales, nacionales e internacionales; cambiar la calidad de los productos y acceso a préstamos, para evitar que los jóvenes migren a las ciudades.
Esteban Tapia, representante de la Universidad San Francisco de Quito y Slow Food, consideró importante trabajar en la autoestima de los jóvenes para que se sientan orgullosos de ser campesinos, pero dándoles oportunidades para mejorar sus fuentes de ingresos. El turismo gastronómico es una opción.
“Queremos un agro próspero e inclusivo, garantizando la seguridad alimentaria, pero también fomentando la exportación, para reducir la pobreza rural”, puntualizó Lazo.
Prioridad, agricultura sostenible
Agustín Zimmermann, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), explicó que la organización publicó un estudio sobre la inseguridad alimentaria en el mundo, donde se reveló que dos mil millones de personas tienen algún problema de desnutrición; no tienen acceso a alimentos sanos, nutritivos y seguros a causa de los cambios climáticos en el planeta, conflictos bélicos y las recesiones económicas.
Citó que existe una falta de cultura asociativa de agricultores que impide su vinculación al mercado, por lo que la FAO apoya al MAG para construir una política agropecuaria para los próximos diez años, donde se priorice una agricultura sostenible, pero vinculada a los mercados nacionales e internacionales de manera competitiva e inclusiva.