Alrededor de 100 mil toneladas es la producción de invierno en la provincia de Manabí. El año pasado la producción fue de 80 mil toneladas.
>La producción de maíz en el ciclo de invierno fue excelente en Manabí. Así lo consideran los productores, aunque en algunos cantones como Jipijapa y Rocafuerte hubo afectación en un 30% por plagas y hongos que dañaron la hoja del maíz.
El productor manabita Joffre Quimis afirmó que no hubo un trabajo de prevención con fungicidas, lo que causó algunas pérdidas en el sector.
Sin embargo, el daño del 30% se compensa con el precio del maíz, y los agricultores lograron percibir recursos económicos para cancelar deudas al banco y asegurar su alimentación.
Quimis hizo un llamado a las autoridades de BanEcuador para que la entidad entregue a tiempo los créditos para la producción de 2023, así como se construyan canales de riego y reservorios.
El productor dijo que las nuevas autoridades, que serán electas en los comicios de febrero de 2023, también deben interesarse para que se construyan reservorios que permitan al agricultor poder almacenar el grano en un volumen de 40 mil toneladas. Esto conlleva una oferta suficiente de maíz duro.
Joffre Quimis manifestó que, si Manabí lograra producir unas 20 mil hectáreas no solo de maíz, sino de arroz, plátano o yuca, “la provincia cambiaría su historia”. Por eso exhortó nuevamente a las autoridades para que se designe a funcionarios comprometidos con el sector.
El precio mínimo de sustentación está en 15.57 dólares, pero los agricultores han vendido el quintal hasta en 21 dólares. “Los precios se incrementan de acuerdo con el menor nivel de humedad”. El precio que pagaron las grandes industrias mayoristas superó incluso los 22,50 dólares, con 13% de humedad. Así, el precio se estabilizó.
Aunque el productor destacó el apoyo que les ofrece el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), solicitó que no se importe maíz porque aún está embodegado está en manos de los intermediarios, alertó.
Consideró que el Estado debe regular los créditos para el sector maicero a dos o tres años para evitar la renovación, mientras que el Comité Consultivo debe evaluar trimestralmente los costos de producción en invierno y verano.